Maurizio Bagatin
“Equivócate, equivócate otra vez. Pero equivócate mejor” -Samuel Beckett-
Bella Ciao en tiempos hipermodernos. El nuevo ciudadano se está formando, se está construyendo o moldeando en las plazas, canta y baila, danza y recita las poesías de ayer para el mañana. Ha saboreado a Spinoza y juega con los grafitis del situacionismo francés; un abuelo con el nieto sobre sus espaldas, el hijo y el padre aunque distantes, sin Edipo rey, y unas madres jóvenes, unas abuelas extravagantes, bellísimas, cantando como mondinas de un ayer irreversible. Tu hijo y mi nieto, otros tiempos…niños y viejos como en una canción de Francesco Guccini.
Todo el mundo está en las plazas, Ágora sin Asamblea, frenesí posmoderna, mundo digital que se reúne con la necesidad de un contacto, de un aliento, de una caricia; polis distraída por la demasiada democracia, los atropellos de las democracias, los fraudes democráticos…tiempo de rebelión post neohabla. El tiempo se ha cansado, los jóvenes también…
“Il sole. Il riposo, l’ozio. La dignitá del riposo, la civiltá dell’ozio. Luis Cernuda, Variaciones sobre tema mexicano. Belle pagine. <La libertá sta quí>. Eh no, finisce che non ti lasciano nemmeno quella”. (Il contesto, Leonardo Sciascia)
Lo sabemos todos que detrás está el infantil interés de los grandes, de los poderosos, del mercado; lo sabemos todos que fracasaremos, fracasaran lo sueños, que Kirghisia seguirá en nuestras quiméricas mentes, como lo fueron Utopía y La ciudad del sol, como también Atlántida y Barataria, que eran cosas serias…Kirghisia será cuando seremos nosotros, cuando felizmente colgada la hamaca escucharemos el canto de las sirenas de la libertad.
Hoy siguen las luchas, en el Chile del largo letargo, en la Colombia de la eterna violencia, en la imposible Bolivia, ya sin memorias en Nicaragua y en Venezuela, entre largos sueños y barricadas francesas, con sardinas biológicas italianas, en Hong Kong, Líbano, Malta, mañana tal vez en Argentina.
Tal vez, lo importante sea la ilusión.
