El último informe de la UNESCO sobre la educación de niñas y mujeres refleja que solo el 3% de las estudiantes escogen sus estudios en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En la educación superior a nivel mundial, el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres. En Latinoamérica, solo un 30% de las mujeres estudian en áreas vinculadas a las STEM.
Para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se debe reflexionar sobre estos datos y trabajar en la incidencia de las normas de género en la elección de la carrera universitaria. Más aún, si se comprende que, las Carreras de las mujeres en tecnología constituyen uno de los nichos de empleo que hay que potenciar para hacer frente al futuro, fuerza motriz de innovación, de bienestar social, crecimiento inclusivo y de desarrollo sostenible en el país.
Desde la experiencia personal, puedo compartir que no tengo estudios en el área de tecnología, precisamente; pero, me he formado en UNIVALLE, lo cual demuestra el valor de “aprendemos trabajando” “enfocamos nuestra expertis trabajando”.
Luego de ejercer el cargo de Diseñadora Instruccional en el Depto. de Educación Virtual por seis años, es común y natural escuchar la pregunta ¿qué es diseño instruccional? ¿qué haces como diseñadora instruccional? Inicialmente, el diseño es el proceso sistemático, planificado y estructurado para desarrollar los procesos de enseñanza y crear experiencias de aprendizaje efectivas y atractivas (Chapoy, 2022). Bajo ese concepto, desde el ámbito educativo, el diseñador es un profesional experto en pedagogía y en nuevas tecnologías aplicadas a la educación (en sus distintas modalidades)que se encarga de laplanificación y la arquitectura de un curso (asignatura/módulo/taller/seminario).
Por tanto, un diseñador debe contar con un amplio conocimiento y dominio de tecnologías integradas en escenarios educativos, considerando la participación de los actores pedagógicos involucrados. En esa línea, en los últimos años, pertenecer a la Dirección de Innovación Educativa (DIE) y, contar con compañeros de trabajo del área de tecnología, informática, sistemas y/o telecomunicaciones ha resultado disponer de un cofre valioso de aprendizajes. Y, en ese proceso constante de asimilación de nuevos conocimientos, se han ido desarrollando distintas funciones, mediadas por las tecnologías, como:
- Elaborar y actualizar reglamentos y normativas de educación no presencial.
- Planificar, diseñar, crear y ejecutar cursos (en distintas modalidades) sobre competencias tecnológicas y diseño instruccional, utilizando herramientas tecnológicas que dispone la universidad.
- Asesorar y hacer seguimiento pedagógico a las aulas virtuales para garantizar la coherencia del diseño con los objetivos/competencias de aprendizaje.
- Administrar las plataformas virtuales (LMS).
- Gestionar programasacadémicos no presenciales a nivel pregrado y posgrado.
- Diseñar guiones y producirmateriales educativos y/o informativos, en formato digital, para la comunidad universitaria (pregrado/posgrado).
- Gestionar proyectoseducativos, identificando los recursos tecnológicos existente en aulas físicas para alcanzar su máximo rendimiento.
- Analizar los componentes para desarrollar la Universidad Virtual, considerando aspectos legales, administrativos, mallas curriculares, técnicos y otros.
- Construir instrumento de evaluación de la calidad de la educación superior virtual.
De forma sucinta, estas y muchas otras funciones resaltan el rol de un diseñador instruccional, combinando la pedagogía y la tecnología para optimizar las experiencias educativas innovadoras y efectivas en un 100% presencial, 100% virtual o híbrido. Además, se marca la importancia de convertirse en un profesional multidisciplinar “con más habilidades; por ejemplo, alguien que estudie Ciencias Jurídicas, también sepa de tecnología o viceversa” (Lizarro, 2021).
De esta manera, puedo afirmar que, he encontrado la alternativa de trabajar en el área tecnológica, tener la oportunidad de aprender cada día y aplicar esos conocimientos en la práctica laboral; además de compartirlo con distintos actores de la comunidad universitaria. Sin duda, la tecnología es un mundo que nunca se termina por conocer y no es excluyente para hombres, específicamente. Pero, sí, se tiene que potenciar los roles femeninos dentro del área tecnológica, incorporar más diversidad en los equipos de trabajo, las carreras deben visibilizar las ventajas y oportunidades que hay en el rubro tecnológico para trabajar la inclusión de mujeres, impulsar a las jóvenes a desarrollarse profesionalmente en estas disciplinas. Incluso, se puede celebrar con mayor notoriedad el 27 de abril como el día internacional de las mujeres en las TIC.
