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Poemas de René Antezana Juárez

POEMA II (de “CIRCULO DEL DEVENIR”)

Ciego vas murciélago atado
al silencio de la cueva impía
donde las palabras han matado
al ave que canta y abre el día

do tu fuiste solar do cuidaste
el fuego de Prometeo al callar
tu propio fuego; así trocaste
alas por membranas para hallar

una noche infinita y el grito
de los días idos y las manchas
de recuerdos, voces de revanchas

que pueblan el somnoliento mito
del que renaces con el aciago
día, cueva, palabra, imago.

Beberlo
Paladearlo
Gritarlo
Callarlo
Esconderlo
Como una carta mágica
Desaparecerlo.
El poema
Cantarlo
Y por cada respiración
Quitarle la vida a tajos

Está en la garganta del sueño, con sus señales de espíritus mensajeros, dejando puentes y puertas quién sabe adónde, risas entre llantos entre gritos entre nombres que huyen enmascarados y me contemplan en un espejo de miradas y música que va y viene, luego todo, todo desvaneciendo.

No muerdas esta noche la calle errabunda
Cuídate las espaldas y guarda el fierro y la grasa
Aquieta tu sangre y espera atado al fumarro
Déjate ser sombra en la sombra y busca un recuerdo
Sírvete una copa y adéntrate de a poco
Sé sigilo sé serpiente sé acecho y calla

Ella espera su ángel maldito
Tú ya debes saber, ambos están muertos

Los perros esperan.

Somos, fuimos, aire mutilado por la música que teje el murmullo de los cuerpos. Abolidos están los nombres. Mientras la noche huye la puerta está aún allí, tallada sobre la nada. La última sombra es mi sombra pues soy el espejo de la noche vertical.
Saltan a mi memoria los días que me buscan. Hora de retornar, no a la memoria, a la palabra indivisa. La vida nunca entera, siempre a la mitad de nuestros deseos.

Sólo queda
Amar hasta quedar solos

EL LABRADOR INSOMNE (fragmento)

                “Si hay agua quieta
                en el corazón mismo
                del remolino
                ¿porqué en ti, torbellino
                no puedo dormir nunca?

Anónimo (antología Kokinshu Siglo X) Traducción de O. Paz
Soy el labrador insomne

A la primera luz, soy tiempo
Tiempo en el que desvanecen las palabras
Y a la primera sombra
Soy invisible como mis pensamientos

Le debo al telar
Las dubitaciones de la luna

  • silencio entrelazado por un canto –
    Al arado
    La frecuencia del sol
    Donde urdí la siembra y los nombres
    Que lleva la simetría del universo

Entonces,
¿Qué me separa de ti si ya puse
Nombres a todo lo que te ti
Me separa?
¿Qué he olvidado decir?
¿He olvidado tal vez la penumbra
Donde el sueño se disipa y tú
Que solo me tienes allí, ya no estás?
¿Quizá la innominada noche
Que al iluminarte
Suelta en mi barcos frenéticos
E impares?
¿He nacido para el error?
¿Ha faltado tal vez
El acierto mágico por desacierto?
Si es así
Por el error, tal vez errar
Sea sagrado.

Luchan en mí
El pez alado y el pájaro subterráneo
Y sólo cuando contemplo
El presente inasible
Donde todo se despeña y es destiempo
Me nacen alas terribles y entiendo
Que posar es de hombres
No de labradores insomnes.

Y si me detengo es porque las mariposapalabras
Han posado
Ya sobre el pétalo de una flor de papel
Ya sobre la columna vertebral de un espino
Manchas maravillosas e intraducibles
Que mueren sin plegar las alas
Ni comprender su destino
De flores negras o aves fantásticas
En el insaciable instante que me convoca
A confundir / contemplar
Una maravillosa flor
Con mariposas encalladas en un espino.

Y todo se detiene

Entreabierto el velo, desde su rasgadura
Veo la mía, veo
Al otro lado la desnudez
No el silencio sino el murmullo el único
El murmullo ininteligible del universo.
Porque el silencio es el nombre del silencio
Y estas palabras de las palabras
Que dejo de decir
Y ya nada se acongoja en mí
Suspendido como un astro en la cumbre
De mis pensamientos idos
Sólo me sostiene
La respiración del mundo. (…)

PORQUE ESTAS DEL OTRO LADO

Amor mío
¡Cuánto de ti, cuánto de mí muere en cada beso!

En tu cuerpo se aloja mi sombra
Y en el mío debiera el tuyo dejarme recipiente
¡Cuántas horas, cuánto instante!
¡Cuánto presente!
Voy a la caza de las palabras
Que la noche del primer día
Que el día de la primera noche
Resbalaron al enterrar tu pecho en mi pena

Y te busco

Silabas sobre el arco de tu espalda
Donde se aloja el arco del tiempo
Donde los ayes y los íes alumbran tu cuello
Gacela herida sobre la sabana
Mientras me dejas beber del primer verbo
Agua evaporada en una arquitectura de humo

Nacer morir vivir ascender descender ir retornar

Antes de nombrarte no existía, amor
Y ahora que te nombro me desvanezco
Encallo en tus pechos cuando la ola es del centro del mundo
O ardo en tu muerte cuando la ola no me reclama

Entonces cada palabra, cada palabra se talla sin sombras
Astillas de artificio sobre el silencio de los cuerpos
Cuando ya has encontrado como llamarme
¡Ay, amor mío
Qué lejos y qué cerca!
Cuánto de ti, cuánto de mí hace una palabra

Puente inaudito sobre el espacio vacio
Que ha dejado el destello de los cuerpos
Ir a tu encuentro no tiene remedio
Besar es morder muerte
Entre tú y yo el instante se devora
Entre tú y yo hay universo

Amor, amor
Te alcanzo cuando te has ido
En tu orilla imaginada me calmo
Porque siempre que atrapo un verso
Tus senos se endurecen
Cumbres de tu vientre
Vientre – pampa donde sopla el viento verbal
Cuando descubro en tus ojos
Dos estrellas negras que me aman desde algún vacío

Y desde ese vacío me calmo
Porque te he hallado cometa, eclipse
Luz y sombra húmedas en tu cueva
Cueva mía, palabras húmedas de la creación
Único mar vertical
Mar que al huir deja la estela de un cometa
Mar que a su sombra mis palabras crecen
Follaje hecho de nudos y de abrazos
Selva inaudita que devora todo lo que huye
Y en la cumbre veo la ola, veo la pampa y veo el mar
Cuerpos entrelazados y solos
Sombras que huyen como ángeles endemoniados
Sedas hechas de nube violenta
Ríos de abrazos nudo de lenguas
Palabras que por serlo no lo son
Cuello tu hombro vientre tus nalgas
Boca tus muslos
Te amo lluvia tormenta y naufragio

Me hundo porque huyo de ti
Te alcanzo cuando te has ido
Mi mano sobre tu columna te dice adiós
Tu hermosa quijada es un crepúsculo
Y de allí sale un viento que me atraviesa
Como la distancia y el presente

Caigo en una sílaba como en un pensamiento

¡Ay amor, qué abrazo!
¡Cuánto de ti, cuánto de mí muere en cada beso!

RECETA DE COCINA PARA MIS AMIGOS POETAS
A los 15, obviamente

Una hoguera, un pedazo de cielo y noche
Una pizca de palabras vagabundas
Dos o tres papeles que simulen sábanas fogosas
Varios litros de ardiente agua emancipada
Algo de rumor y mucho de silencio
Otro mucho fervor con otro mucho de pecado
Fronteras derrumbadas al gusto
Amor de amar en sombra sorprendida
Tres distancias de penumbra
Una cercanía inmensa, pero que quede
Varios infiernos por si acaso
Abismos revueltos en puentes irreverentes
Cuerpos imaginados o si se quiere
Desnudas sombras arrimadas a un corazón

Revolver como un revólver
En el recipiente de una boca iluminada
Esperar que calle
Y al escuchar más silencio que silencio
Probar cada palabra con el límite de la lengua
Añadirle sombra
Y buscar una página virgen
O ninfómana, si se prefiere

Dejar que el aire se ocupe de traer a los amigos
Repartir el agua ardiente
Encender la hoguera

Es costumbre derrumbar noches
Cuando el poema está servido

AMOR BAJO FUEGO

Y te busco entre los escombros
de Bagdad
mientras los proyectiles caen
sobre nuestros nombres
Alfabeto y Luna

Quebrado sol sobre el alféizar
De la ventana aquella
Donde los escribas
Lavan tu cuerpo con palabras

Biografía

René Antezana Juárez (1953, Oruro – Bolivia) es poeta, pintor, comunicador, gestor y activista cultural. Ha estudiado Administración de Servicios Culturales con una beca de la OEA. Actualmente reside en Italia. Tiene una larga trayectoria en la literatura (poesía principalmente) y varios libros premiados. La obra que reúne este volumen incluye seis libros publicados y uno inédito: IMAGINARIO (1979); MEMORIA DE LOS CUATRO VIENTOS (1985), Premio Nacional Único de Poesía de la Universidad Técnica de Oruro; EL LABRADOR INSOMNE (1988), Segundo Premio Nacional de Poesía de la Casa de la Cultura de Cochabamba; LA FLECHA DEL TIEMPO (1992) , Premio Nacional de Poesía “Franz Tamayo”; VIENTO VERBAL (1998); CIELO SUBTERRANEO (2007). Editorial 3600 ha publicado en 2019 titulada LA FIESTA IMPOSIBLE, que reúne toda su obra poética publicada (1979-2017) incluyendo su último libro EL CIRCULO DEL DEVENIR (2017).

Ha ejercido periodismo cultural y comunicación desde muy joven; fue consultor de UNESCO y como gestor cultural coordinó varios importantes eventos culturales nacionales como el Festival del Solsticio de Invierno de Oruro, el Festival Internacional de la Cultura de Sucre entre otros. Trabajó muchos años en instituciones de desarrollo social tanto rurales como urbanas. Fue miembro activo del legendario grupo “15 poetas de Bolivia”. Ha estado vinculado al sector cultural toda su vida y es uno de los fundadores del colectivo/red TELARTES, que aglutina a diversas organizaciones, instituciones y activistas culturales del país.

Email: antezanarene@yahoo.com

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