Mirna Echave Mallea
Hoy duele el cariño que te tengo, porque no puedo abrazarte. Ella partió al cielo y la despedimos entre flores. En una foto se la ve joven, fuerte y alegre. Pero ver esa foto, delante de su ataúd duele.
Me acerco y detrás de medias máscaras, que cubren nuestras bocas y narices, nos miramos con los ojos húmedos, brillantes. Y no puedo abrazarte y duele, porque sé de tu pena.
Doblas tu brazo y me ofreces tu codo, respondo con pocas palabras para decir cómo lo siento. En el velorio, la tristeza se desborda por encima de los barbijos de familiares, tíos, primos y amigos al reencontrarnos, tras las barreras del tiempo y las actividades tan diferentes que tenemos, y por la emergencia y la cuarentena. Y no podemos abrazarnos como en otros momentos.
Y no podemos vernos completos, ni escucharnos bien porque susurramos, cubiertos, alejados. Duele.