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Nepotismo, el eterno lamento boliviano

El nepotismo no es algo efímero del que nadie sabe nada, más bien, es una situación ya asumida por la clase política, hasta el mismo Presidente Morales no lo ve con malos ojos. En días pasados, salieron a la luz denuncias en los que se dan detalles de al menos 10 funcionarios de alto rango, tienen varios familiares trabajando en puestos estratégicos de diversos ministerios del gobierno central.

En cuanto a la postura del presidente, Evo Morales, solo dice que no ve “ni pecado ni delito, que los familiares trabajen”. Entre los ministros que tienen varios parientes en sus respectivos ministerios u organismos dependientes a estos entes, son: Justicia, Economía, Presidencia, Desarrollo Productivo, Salud y en algunas alcaldías, entre otras instituciones del Estado.

Algunos ministros que han sido interpelados al respecto, por medios de comunicación, no por el mismo gobierno, se han limitado a decir que sus familiares ocupan esos cargos, mucho antes que ellos llegaran a ocupar puestos de importancia.

Para la contratación de personal, la legislación boliviana es clara en aspectos tales como:

Uso indebido de influencias: según el Código Penal, los servidores públicos que se aprovechen de sus funciones o las influencias que le pudiese dar un cargo, sacara beneficio para él o terceros, debe ser sancionado con cárcel de 100 a 500 días.

Normas para la contratación de personal: La Ley 2027 del Funcionario Público también expresa, al igual que el Código Penal, que no pueden existir parentescos de consanguinidad en las instituciones públicas.

Pero ¿Cuál es el daño que genera el nepotismo para la sociedad?

El principal daño que causa esta práctica, es la facilitación de la corrupción, promueve el tráfico de influencias, el soborno, la práctica del testaferrato, al igual que la extorsión, malversación de fondos, peculado, entre muchos otros más.

La impunidad es otra de las graves consecuencias que genera el nepotismo, al igual que se promueve una mala práctica de las funciones que se le pueden agregar a una persona. Por ejemplo, si alguien es ministro y hay algún hecho de corrupción, pero su familiar es el encargado de controlarlo ¿Existirá realmente honestidad en las acciones de ambos?

¿Con cuáles mecanismos podemos prevenir el nepotismo? Tan fácil como promover la meritocracia, hacer declaraciones públicas juradas, además de no entorpecer el acceso a la prensa, para hacer estudios detallados de las personas y sus conexiones con el poder.

La honestidad, sería un gran valor a desarrollar por los servidores públicos, para realmente ofrecer el servicio que la población merece y caer en el espiral sin fin de la corruptela.

 

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