Desasosiego
Nélida Cañas – Argentina
Debajo de las mantas los pies se agitan. Se cruzan. Se descruzan. Se estiran. Se encogen. Se rozan. Se retuercen. Ejecutan una danza espasmódica. Quiero detenerlos. Y les ordeno calma. Pero los pies están demasiado lejos de la cabeza.
Ángel caído
Luis Ignacio Muñoz – Colombia
Adán en el paraíso, hablaba en versos y las demás criaturas que habitaban allí al principio creían que desvariaba, sin embargo, se acostumbraron a sus juegos de palabras y empezaron a sentir agrado. Todas menos la serpiente, que empezó a urdir la conspiración.
Lluvia torrencial
Juan Martínez Reyes – Perú
Hace dos años, cuando llegó la lluvia torrencial aquella noche invierno, perdí a mi padre. Llovió durante dos días, como si mis lágrimas incentivaran el diluvio. Hoy ha llegado el invierno y ha empezado a llover en esta noche. He perdido a mi madre y la lluvia no ha cesado en mi corazón.
Imborrable
Gabriel Ramos – México
Veía emocionado la foto de su infancia con otro niño y le preguntó a su madre:
—¿Quién es?
Ella le contestó
—Tu amigo imaginario.
Alfa y omega
Manuela Vicente Fernández- España
El otro día vi un documental en el que hablaban de ti. Ya sabes: eso de la nada en el todo. Hablaban del más allá en el más acá y viceversa. De mí también hablaban. De todos nosotros y todas nosotras. Hablaban de los fractales. La escala. La perspectiva. El cosmos… Hoy me acordé al cortar una cebolla. Por eso de las capas de realidad. Y qué pena que ciertas capas escuezan en los ojos y se interpongan entre los hilos que nos conectan o quizás no. Quizás todos somos en realidad un solo cuerpo, algo así como las torres humanas, los Castells. Será por eso que decía John Donne que cuando una vida se pierde todos quedamos disminuidos; eso explicaría que, al final, de tantas pérdidas que asumimos terminemos regresando al vacío.