Nudo
Nélida Cañas – Argentina
Lo que creyó un revoltijo de plumas, era un papel arrugado en el crepúsculo. ¿Cómo desanudar ahora el corazón?
Descanso pleno
Chris Morales – México
Cansado de los bichos chupasangre que lo asediaban en la noche, decidió tomar algo para que se murieran al ingerir su líquido vital. Las molestias se acabaron y hasta logró levitar en su cama. Una maravilla el cianuro.
Ovejero y lobo
Juan Martínez Reyes – Perú
Nadie imaginaba que el querido pastor Saulo, en las noches se convertía en “Rayo”, el sicario más temido de Cali.
La vida
Estéfani Huiza – Bolivia
A veces parece que vivo dentro de un microorganismo que habita en un yermo hacinado por ranas, serpientes y otros anfibios. Pero cada vez que escribes, en cada signo de puntuación, en las oraciones entrecortadas, en las frases hechas poesía puedo sentir, quizá algo parecido a lo que dijo Pasteur cuando refutó el origen de lo espontáneo y defendió la vida.
El autoengaño
Karla I. Herrera – Honduras
Sufría de delirios, de alucinaciones al estilo de Juan Pablo Castel. Como este personaje de Sábato, estaba convencido de que su mujer le era infiel con otro hombre, en este caso, con un forastero proveniente de Extremadura. Por eso la seguía a todas partes, la vigilaba sin que ella lo intuyera o siquiera imaginara su desasosiego. Un día estuvo a punto de estrangularla hasta que se dio cuenta —en medio de su paranoia— que quien la apretujaba y la besaba con frenesí era él mismo. La sombra difusa que se proyectaba en sentido oblicuo reflejaba una doble silueta.
