Niños perdidos
Ildiko Nassr – Argentina
Ve una fotografía de un niño perdido en un cartel y se le achica el pecho. Él también fue un niño perdido al que nunca encontraron.
Se acurruca y se abraza a sí mismo. Llora por él y por el otro niño perdido.
Desmadrados
Nélida Cañas – Argentina
Nadie lo vio caer del nido siendo un pichoncito tibio y desplumado. Nadie supo del vacío de sus huesos livianos. Ni del estertor apretado en la garganta. Los pichones que se caen del nido, si sobreviven, no aprenden a volar. Algo se desintegra en la caída y rueda por dentro como cuentas de vidrio. Un día descubren una hoja. Otro día, una rama. Desmadrados trepan a saltitos y descubren un silbo entre el follaje. A veces cantan.
Reencarnación
Carmen Nani – Argentina
Al niño le dio pena que una mariposa tan bella fuera a morir por la mañana. Por eso la soñó esa noche, la siguiente y cada noche de su vida. Fue feliz cuando ya anciano, antes de morir la vio posada sobre la ventana.
Siembra
Patricia Nasello – Argentina
Cava un hoyo y deposita palabras armoniosas que deja al rescoldo de la tierra. Sin embargo, no siempre cosecha melodías.
Viaje
M. Julia Guzmán – Argentina
La llamaron por el alta voz. Se dirigió presurosa hacia el médico que la esperaba. Firmó el consentimiento.
Le dieron una bata y las instrucciones. Todo fue muy rápido.
Como en un sueño se encontró en el resonador. Le colocaron los auriculares, le dieron algo para que sostuviera e hiciera sonar en caso de sentirse mal. El viaje comenzó. Ella recordó la respiración que hacía en sus clases de yoga y la puso en práctica. Cerró los ojos. El tin tin tin tin al que le siguieron otra serie de sonidos diferentes y que cambiaban en segundos era lo único presente en ese mundo blanco donde estaba.
Su propia respiración siguiendo el ritmo de los sonidos durante cuarenta y cinco minutos la trasladó. Pasó el tiempo establecido.
Cuando el técnico se acercó a retirarle los auriculares no pudo creer lo que veía. La paciente levitaba desde un extremo del resonador a otro.