«… ¿Pueden los mecanismos de la poesía brindar conocimiento?, ¿puede la metáfora alcanzar otros modos de pensamiento?, ¿un pensamiento respirante?, ¿poético?, ¿un saber de la penumbra? (…) La poesía es un rebalse, una excedencia de sentido, un trastocamiento de lo ordinario, que sobrepasa la orilla de la razón doblegándola a otras formas de transgresión. La claridad de su luz no destierra el pulso oscuro de lo entrañable y su entrelazamiento impar enaltece la ruptura para que la paradoja, la antítesis, la no disolución de los contrarios nutran la tensión inherente al lenguaje oblicuo…
Continuamos con esta serie de entrevistas realizadas a algunas y algunos integrantes, en algún momento, del Coloquio Internacional de Poesía & Filosofía, acerca de su perspectiva sobre la poesía, la filosofía, y la relación entre ambas disciplinas, así como su quehacer ante los eventos del mundo contemporáneo.
Toca el turno a la querida escritora mexicana Mariana Bernardez, quien nos brinda sus brillantes reflexiones, a través de esta entrevista realizada por el poeta y narrador Ulises Paniagua. Te invitamos a leerla.
Y recuerda que «sensibilidad es pensamiento».
1. Lo primero que quiero preguntar, ¿tienes un concepto definido de lo que es la poesía?, ¿has logrado hacerte de una definición propia a través de leerla y escribirla?
Toda pregunta traza un camino, provoca el salir del confinamiento propuesto en la correlación establecida de variables, incita la destrucción de lo sabido y seduce con la conjetura de una sospecha que habrá de formular un vínculo siempre incierto, ¿poesía o filosofía?, disyunción que ha sido un malquerer por el trasiego de su enigma. ¿Pueden los mecanismos de la poesía brindar conocimiento?, ¿puede la metáfora alcanzar otros modos de pensamiento?, ¿un pensamiento respirante?, ¿poético?, ¿un saber de la penumbra?
La poesía es un rebalse, una excedencia de sentido, un trastocamiento de lo ordinario, que sobrepasa la orilla de la razón doblegándola a otras formas de transgresión. La claridad de su luz no destierra el pulso oscuro de lo entrañable y su entrelazamiento impar enaltece la ruptura para que la paradoja, la antítesis, la no disolución de los contrarios nutran la tensión inherente al lenguaje oblicuo. Tajadura y hueco por donde brota un silencio como eso lo otro donde ni siquiera lo indecible logra abarcar su hondura. Un sólo trazo, un sólo flechador, un horizonte que ensancha su lejanía porque más allá de su imagen, lo no visto y lo inexistente, aguardan ser nombrados.
2. ¿Esa concepción fue diferente en algún momento? Es decir, ¿tuviste algún criterio distinto al respecto de la poesía en otra época de tu vida?
Llama mi atención el uso de la palabra “concepción” en la pregunta, en tanto que “concebir” siguiendo su etimología latina implica «tomar enteramente» o «contener» dando lugar a otras derivaciones como engendrar o idear. Agregaría a ese campo semántico la palabra aventurar, lo que ha de suceder, recordando el poema Ítaca de Kavafis, diría entonces desde antes y desde ahora “un poema como fatum”.
¿Destino es símbolo? Si el poema es una encrucijada cada elemento es una resonancia de muy antes. Cuando la razón se quiebra, la poesía habla…
3. ¿Crees que exista una relación cercana, profunda, entre poesía y filosofía, o consideras que no tienen liga alguna?
Tu pregunta es una herida vieja, poesía y filosofía han sido vías de un conocer más amplio, se trata de una perplejidad y de un con/templar la realidad cuya presentificación elusiva derruye la contundencia de los axiomas; diría que ambas son formas de vinculación y que su entrecruce permite una mayor comprensión de la condición humana.
En mí, tanto una como otra, se han entrelazado y apartado, quizá lo importante, lo verdaderamente fundamental haya sido lograr, a través de una y otra, un “escucha atenta” tanto al leer como al escribir.
4. ¿Piensas que existen poetas, que hayas leído, que logren un verdadero planteamiento filosófico en alguno de sus textos? ¿De qué forma lo hacen? ¿Consideras que existen filósofas o filósofos, que hayas estudiado, que logren un grado poético en algunos de sus párrafos o sus ideas? ¿De qué modo?}
En referencia a este tema considero que los presocráticos son un ejemplo claro de cómo poesía y filosofía construyen una cosmovisión que responde a un cuestionamiento existencial fundacional. La lista de poetas y filósofos que acercan estas dos orillas es inmensa, menciono nombres a bote pronto como Heráclito, Parménides, Sócrates, San Juan de la Cruz, Miguel de Molinos, Sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo, Novalis, Pessoa, Rilke, Nietzsche, Celan, Wittgenstein, Unamuno, Paz, Zambrano, Reyes, Nicol, Xirau…
5. ¿Piensas que exista la poesía más allá de la palabra, o es un asunto exclusivamente escrito?
La poesía es nuestra memoria primordial y su expresión primaria fue la oralidad sujetada a ritmo, bien sabido es que su registro escrito ha sido posterior; comprendida como poiesis o capacidad de hacer algo, de crear algo, va más allá de las palabras, se trata de ese impulso prometeico que es parte de nuestra actitud vital. Quien acepta su compañía sabrá que el hallazgo de lo irrepetible es el relampagueo de la belleza.
6. ¿Cómo contemplas el estado del mundo actual y cómo pinta el futuro para los tuyos y el planeta, según tus ojos?
El mundo manifiesta de nueva cuenta el choque de paradigmas, síntomas de esta crisis es el cambio en la concepción del Estado, la fractura de las instituciones que sustentan las democracias, el mal ejercicio del poder y la transgresión de la ley han resultado han dado lugar a una violencia que se reinventa por segundos y disloca el sentido del lenguaje, aunado a ello la permanencia de la guerra y del hambre con matices apocalípticos han desatado el paroxismo del miedo y del horror.
Una de las consecuencias evidentes es cómo las personas han encontrado en las redes sociales y los juegos virtuales un sentido de comunidad paralelo a la devastación de su cotidianeidad. No obstante, la vida tiene sus milagros ordinarios y siempre hay en ellos una promesa y una esperanza.
7. ¿Crees que poetas y filósofos deben contribuir a la construcción de un futuro mejor, sin una obligación propiamente, o no tienen ninguna relación con ello? Si la respuesta es sí, ¿de qué forma pueden hacerlo?
La pregunta me hace volver al verso de Hölderlin “¿Y para qué poetas en tiempos de penuria?” y al ensayo de Heidegger por demás conocido sobre el tema. No debemos olvidar que pertenecemos a la tradición del libro, poetas y filósofos mantienen viva esta memoria, y ello genera pertenencia e identidad, pero la construcción del futuro compete a todos los miembros de la sociedad.
8. ¿La poesía y la filosofía se encuentran, en tu opinión, en el día a día? Si es así, ¿de qué forma lo hacen?
Nos han hecho creer que la poesía y la filosofía son formas de conocimiento alejadas de la esfera pública y privada del sujeto, pero lo cierto es que están implicadas en nuestras decisiones vitales, esas que hay que tomar cuando la realidad impone su poderío y obliga a resolver las cuestiones que aquejan la existencia. Baste recordar la frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias, si no las salvo a ellas, no me salvo yo”. Agregaría que para salvarlas no hay mejores compañeros de andanza que la poesía y la filosofía.
9. ¿Quieres compartir un mensaje poético o filosófico para el futuro próximo? Muchas gracias.
Que la poesía dé lugar a un pensamiento que ilumine esta larga noche.
Breve referencias de la autora
Mariana Bernárdez
Ciudad de México, 1964. Poeta y ensayista. Realizó estudios de posgrado en Filosofía y Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana, donde se desempeña actualmente como profesora. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2018. Entre sus libros de poesía se encuentran Don del recuento (2012), Escríbeme en los ojos (2013), Nervadura del relámpago (2014) y Rumor de niebla (2020).