Sisinia Anze Terán
Se propagó, como la luz temprana
de la alborada que despierta,
sobre la frontera oscura,
preguntas sin respuesta,
que han alcanzado mis afanes,
y desaparecieron en turbulencia.
Sin murmullo ya, ni agobio,
te sentí a mi lado, te enredé en mis piernas,
felicidad recientemente iluminada de sombra que brota de la tiniebla.
Me siento de felicidad sedienta,
surgí hacia su luz, afloró la estrella.
Pero se me imbuyó, como un arroyo
que renuncia la mitad de sí sobre la tierra;
y aunque él empapa, y fluye,
entregándose en parte, sin completa entrega.
No supe huir, quede contigo,
trascendiste a mi alma, a mi cabeza,
expiaste la piel de mis defectos,
exprimiste mis miedos,
abriste puertas, venteando espacios
olores de pasado y negligencia,
me hiciste una mujer nueva, tú enamorado,
tallado a mi medida, a mi manera.