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La región, la nación, la república

Un escenario no vislumbrado con claridad por la propia sociedad, aunque con consecuencias impactantes, es la relación y el comportamiento político de la región con la nación y con la república.

Desde la incursión del MAS en el gobierno hace 19 años, la república y la nación fueron peyorizadas con la pretensión de reemplazarlas con el estado plurinacional y las regiones ser aplastadas pese a la declaración constitucional de las autonomias.

La fuerza homogeneizadora de la nación fue aniquilada por su antípoda la diferencia étnico cultural, la república portadora de los valores y principios democráticos fue golpeada con la instalación de un régimen autoritariodictatorial.

La diferencia étnico cultural es el factor fundamental para la construcción de una sociedad dicotómica, el dogma étnico no ha resuelto ninguno de los problemas existentes, más bien ha fomentado atrincheramientos peligrosos que promueven la violencia como la única forma de hacer política.

La nación destrozada como factor de unidad nacional junto a una golpeada república, permitieron un mayor parcelamiento y aislamiento de las regiones, en unos casos instalándose territorios libres como el Chapare que tiene un sistema de gobierno propio ajeno a los parámetros establecidos por la república y en el que el estado esta ausente. El Chapare no es un caso aislado, por ese camino transitan los avasalladores en el oriente boliviano, San Julián, Mairana o Parotani, ante la mirada indiferente del mundo político que no es sensible a lo que sucede.

Por otro lado, en aquellos espacios rebeldes al autoritarismo, el gobierno ha desatado una guerra híbrida caracterizada por utilizar un sinnumero de formas de agresión que van desde la presencia de las FF.AA. y la Policía Nacional hasta la utilización de grupos irregulares, la implementación del terrorismo de estado, la violencia indiscriminada, la articulación de grupos delictivos, la manipulación de la información o la intervención judicial arbitraria.

Varias regiones, a su turno, fueron sometidas a esta estrategia gubernamental que concentró deliberadamente el conflicto en un territorio específico, planificó y ejecutó la masacre en el Hotel las Américas no para desarmar movimientos separatistas sino para amedrentar a la élite cruceña de cualquier intención de resistencia política, el caso Porvenir se concentró en Pando con el único fin de encontrar el pretexto para encarcelar a su prefecto Leopoldo Fernández por ser incómodo al gobierno en su copamiento regional, no dudaron en instalar otro campo de batalla en la ciudad de Sucre cuya legitima demanda de la capitalía plena, recibió como respuesta la virulencia gubernamental hasta imponer una constitución manchada de sangre, en el Censo de Población y Vivienda de innegable alcance nacional, la pugna la enfilaron en Santa Cruz con el único fin de dar la estocada final a la resistencia más importante del país.

Infelizmente estos son apenas unos cuantos ejemplos de lo que seguirá produciéndose en el diferentes puntos del país, porque un conflicto en todo el territorio nacional superaría las capacidades represoras del gobierno como sucedió el 2019.

Pero, no solo fue la región la que sufrió estos embates, sino también ciertos sectores sociales importantes como los indígenas que promovieron la IX Marcha en Defensa del Territorio Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que fue recibida apoteósicamente por la población paceña a la vez que era debilitada por el gobierno con otra de campesinos afines.

La fractura de la sociedad y la degradación de las instituciones es el instrumento que el MAS utiliza para afianzarse en el poder, su estrategia fue y es aplicada en todos los escenarios y en los órganos del estado, con funestas consecuencias para la democracia.

Al ser la división y la desinstitucionalización una necesidad del autoritarismo, debe producirse por las buenas o por las malas. Las buenas es un decir porque no tienen aptitud democrática entonces acortan caminos recurriendo a la violencia vulneradora de derechos y garantías del ciudadano.

El autoritarismo en su despliegue cuenta con otra ventaja, la dirigencia política regional que se olvidó de la nación y de la república, optó por ser cabeza de ratón y no cola de león, no comprende que ante el derrumbe del estado plurinacional podría jugar un rol monumental desde la región para reconstruir la nación y la república.

En su falta de visión de conjunto los opositores debaten si disputan las migajas para ver si obtienen alguna con el argumento de que así sea poco es ganancia, con lo que demuestran su corto aliento para disputar de una vez por todas el poder, con ello justifican además su triste papel, inducen a la ciudadanía a errores históricos de los cuáles no se harán cargo en el futuro porque ya encontrarán a quien echarle la culpa. Varias migajas jamás harán un pan, el banquete siempre estará en la mesa del poder político dictatorial.

Estos remilgos oligárquicos son arranques pequeños burgueses -como decíamos- que ven el ahora no el mañana, ven la partecita y no el todo, ven su interés inmediato y no el de la nación, contribuyen sin ruborizarse a consolidar la dictadura porque no tienen un proyecto alternativo frente al fracaso de los plurinacionales, están cómodos viviendo de la manga gubernamental.

De este modo una mayoría justifica el quiebre constitucional obedeciendo fallos de la dictadura judicial en lugar de rebelarse, creen que al cumplir una disposición inconstitucional reponen el estado derecho, creando la ficción de que vivimos en democracia, les falta leer la realidad, no tienen vocación de lucha ni de sacrificio, son señoritos oportunistas que juegan a la política no la viven, no contentos con ello se ofenden si se les demanda lealtad y trabajo, cual generación de cristal se rasgan vestiduras y al igual que el gobierno nacional pueden no más joder a la región, a la nación y a la república.

Estos al igual que los del MAS, también están en su final, su grado de influencia sobre la sociedad es cada vez más reducido, el pueblo ya no les cree como antes y no teme a un largo periodo de lucha, porque el horizonte promisorio que se ha abierto en Bolivia.

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