Márcia Batista Ramos
La poeta y dramaturga, Teresa Domingo Català (1967), nació en Tarragona, España, donde reside. Es licenciada en Ciencias Políticas y en Sociología.
Tiene en su haber varios premios literarios, entre los que destaca el Premio Nacional de Poesía José Zorrilla (2006); primer premio de poesía de la Asociación de Escritores Letras Cascabeleras (2015).
Publicó los poemarios: Iris de Sombras, un poemario lírico, que trata sobre la identidad y la represión del deseo; Cuadernos de la Perra Gorda (2003); Loliloquios (2004) que es un poemario satírico y épico sobre la vida moderna, desde una perspectiva mayoritariamente femenina; La nieve, los ángeles, en www.portaldepoesía.com (2005), que trata sobre la noche; Un amor que palpita solitario (2006); Sonetilandia (2007); El Gravitar del Agua (2007); Compasión en el tiempo de los locos (2007); Majar las Rosas – con fotografía de Juan Murillo Dencker (2008), que es un poemario de amor y pasión; Luzbel de penumbra (2010).
Participó en varios libros colectivos. Su obra poética está recogida en diversas antologías, la más reciente: Sangrantes, editorial Origami, 2013. Ha publicado en diferentes revistas: poesía, cuento y teatro.
Sus últimas publicaciones han sido: el libro Luna Muerta Latin Heritage Foundation (2014); la plaquette Las piedras lunares, traducida al náhuatl por el poeta Sixto Cabrera González y editada por Albert Lázaro Tinaut, en el proyecto Carmina in mínima re (2014); y el poemario Destrucciones editado por Los papeles de Brighton, Brighton, 2014; Corónicas de Ingalaterra en el mes de julio de 2014.
En octubre de 2014 publicó La Concejala de Igualdad, Editorial Potlacht, Islas Canarias, que es una obra de teatro que el dibujante Frigault García ha convertido en cómic, mezclándose los géneros del teatro, la novela y el tebeo.
Publicó un libro de teatro con la editorial Irreverentes, Madrid, en el año 2009, que contiene dos obras dramáticas: Las peculiares aventuras de Belinda Miraflores y La revolución. Con Silva Editorial publicó la obra de teatro Ciano solo (Tarragona, 2009). También ha sido invitada a colaborar en un libro colectivo sobre la libertad de conciencia y de expresión, motivado por la condena de cárcel del poeta Ashraf Fayad, a quien se ha conmutado la pena de muerte.
Teresa Domingo Català, me envió poemas del libro HE HABLADO CON LA LLUVIA, poemario de profunda belleza que habla del amor y el erotismo. Donde el encuentro de los cuerpos, a través del encuentro de las palabras en los versos, evoca una correspondencia entre el deseo de los cuerpos desnudos y el significado de las palabras.
Empero, es menester aclarar que, “desnudos”, en el caso de la poeta va más allá de lo que el ojo puede ver al quitar las vestiduras; ya que la poeta logra hacer una disección anatómica del cuerpo del otro.
Porque, Teresa Domingo Català, es una poeta de profunda sensibilidad que logra integrar el pensamiento y la sensación en una misma expresión, y, al hacerlo halla equivalencias verbales para expresar estados de ánimo y sentimientos:
“Mi amor, cómo golpea el agua, cómo sus ventrículos se asemejan a los del corazón. La lluvia forma una escalera con peldaños de los ángeles que susurran el viento que acontece en las ramas y sus hojas.”
La palabra y el deseo, vertidos a través de la pluma de Teresa Domingo Català, representan el encantamiento del lenguaje frente a los cuerpos desnudos.
Su poesía se caracteriza por la mezcla de pasión y pensamiento, de emoción y razonamiento, y en ella el pensamiento se convierte en una experiencia que modifica la sensibilidad:
“Mira cómo late el mar en sombras, cómo se expande y se contrae como si fuera un útero fértil y la espuma lo inseminara de algas y de fosas. Cómo los peces, las tortugas, los moluscos invaden mis arterias y se transforman en serpientes”
La poeta, utiliza la labor de los cuerpos como materia prima para su maravillosa creación poética. Allí está contenida la estética literaria de HE HABLADO CON LA LLUVIA.
Teresa Domingo Català, logra recrear y manifestarse, mediante el lenguaje, forjando de manera sublime el encuentro sexual de los cuerpos, haciendo de la sexualidad un hecho transcendental.
La poeta, con gran ingenio, logra expresar sus ideas y pensamientos, utilizando harmónicamente, las palabras y las diversas figuras del habla de tal manera que proporcionen goce a los lectores:
“La lluvia es como sangre que transparentara luz de unas pupilas tan azules como el palpitar del cielo, como si a las nubes las preñara el espíritu de Dios con mis palabras, como si mis palabras tuvieran el poder de enamorar a las mareas y de tejer el rubor blanco de la luna.”
Teresa Domingo Català utiliza metáforas, juegos de palabras, paradojas y medidores para crear drama y tensión en su poesía:
“Colisiona el acantilado con el agua como si la Tierra en su rotación supiera que el destino del amor es el cuerpo del amante, ese cuerpo húmedo, mojado por el pensamiento de que es el origen de la perduración de la ofrenda y de su amanecer”
La poesía canta el deseo de los cuerpos que se aman, también en las palabras. De la misma forma, en su poesía, usa palabras científicas, para crear argumentos sobre el aspecto filosófico de la vida:
“Amanece en la bruma de tu pelo, en la flexión de tus ingles levantadas, y en tus brazos. En ti soy la ventana que alumbra el viento, el arco iris de las lágrimas y un trébol de siete flores.”
La originalidad es el sello distintivo de la poeta que sigue su propia “fórmula” de escribir poesía.
Es así, que Teresa Domingo Catalá reivindica el cuerpo y la palabra: a través de la poesía.
“Como un jaguar te tiendes en el lecho y con tus manos describes la sangre que corre en los barrancos, la menta y el aroma de la menta, y las crisálidas que abres con tu boca.
Mi mes de enero, cómo me extravío entre tus muslos, cómo vago en el desierto de la carne y busco la sed con que apaciguar el agua.
Tras la niebla del humo, el reposo.
Tras la claridad, el arcén que derrama margaritas silvestres entre coches, el aceite que quema y purifica la densidad de la amapola, el leve roce de la respiración del arco.
Entre temblores, el silencio es una conflagración en mis sentidos ávidos, de ti y de tu hermosura, de la vid y la jauría que apuntan sus ecos acallados en la traición a la soledad, el tiempo que te desliza en mi ansia.”