Estaba cantado, pero igual no deja de indignar. La sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, habilitando a Evo Morales para que se postule a un cuarto periodo ininterrumpido en la presidencia, es, cuanto menos, un disparate. Una clara muestra del tipo de “justicia” que nos quiere imponer el masismo, con magistrados absolutamente serviles al poder, sin escrúpulos y sin dignidad. Estos “señores”, que ya están de salida, se van como lo que son: incapaces leguleyos, obsecuentes hasta la náusea. Indigna que seis pelagatos con título se pasen por el forro el voto de millones de bolivianos.
Hay que reconocer la astucia de Evo Morales y sus secuaces, el fallo sale a pocos días de la nueva elección de magistrados, la bronca de la gente se canalizara a través del voto nulo y punto, al menos eso es lo que ellos esperan. Total, los nuevos magistrados serán elegidos, aunque sea por un voto, eso dice la ley. Estos impostores son inmunes a la crítica, tienen cuero de anta y están acostumbrados a tragar sapos a cuál más feo y rugoso. Hoy festejan una victoria pírrica y anunciada, mañana servirá como antecedente para sentarlos en el banquillo de los acusados a Morales y sus jueces. A todo chancho le llega su navidad.
La democracia está herida, pero no de muerte. Ningún dictadorcillo de quinta va a doblegar al pueblo boliviano. Por muy africano que se sienta, esto no es África, aunque sueñe con convertirse en Mugabe, Obiang o alguno de sus amiguetes presidentes vitalicios. El “jefazo” esta embrutecido por el poder, ya no discierne entre realidad y ficción, le mete nomas sin importar las consecuencias. No le importa derramar sangre boliviana con tal de permanecer en el poder, ya lo ha demostrado con creces, pero se olvida que esta tierra es tumba de tiranos y que los bolivianos sabremos defender la democracia y la libertad.
Es tiempo de mostrarles a las hordas fascistas del MAS que existimos bolivianos dispuestos a plantarles cara, y que somos muchos más que ellos, y que también somos pueblo. ¡Basta de temer! Que sean ellos los que teman. Más temprano que tarde serán juzgados, en un tribunal independiente, por todos los atropellos y delitos que están cometiendo. No pueden justificar todos los abusos en nombre de una ideología que pregonan, pero no practican. ¡Supuran impostura por todos los poros de la piel!
De la oposición política no podemos esperar mucho, se rasgan las vestiduras y lloriquean por algo que ya sabían que iba a suceder. Deberían empezar por renunciar públicamente a cualquier tipo de reelección; es más, los antiguos y permanentes candidatos tienen que retirarse definitivamente de la política, eso si quieren recuperar algo de la credibilidad y confianza perdida.
En fin, es un golpe duro, pero no es el acabose de la democracia, yo diría que es el principio del fin de Evo Morales y el MAS. La traición y la perfidia no pueden vencer a la decencia y la dignidad del pueblo boliviano.