Cerca de 20.000 mexicanos usaron el identificador de personas de Google tras el potente sismo de México, mientras que Facebook activó su herramienta «Safety Check»
Las redes sociales como Facabook, Twitter o Instagram han adquirido gran importancia en las vidas de buena parte de la gente y su papel –junto al de otras herramientas de internet en las situaciones de desastre se va haciendo cada vez más evidente.
Según información de la consultora Pacific Latam, durante el terremoto de 2011 en Japón, se registró un flujo de aproximadamente 1.200 mensajes por minuto en Twitter, llegando por momentos a los 650 ‘tuis’ por segundo.
El terremoto en México presentó un escenario similar, sobre todo teniendo en cuenta que las redes sociales constituyen una vía de comunicación alterna a los medios tradicionales, como la señal telefónica que frecuentemente se ve saturada en situaciones de este tipo.
Plataformas como Facebook y Twitter proveen inmediatez y un alto nivel de alcance en tiempo real, lo que las convierte en herramientas gran utilidad en la difusión de información relevante destinada a la preservación de la vida y diversas acciones de solidaridad ciudadana.
No obstante, el flujo de la comunicación en las redes debe ser adecuadamente contrastado, a fin de que estos datos sean relevantes.
“El poder de las redes sociales es muy potente en la actualidad. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de verificar la información que se difunde en estas plataformas para no causar confusión ni alarmar a la población”, señaló al respecto el presidente de Pacific Latam Gonzalo Coloma en un comunicado enviado a este diario.
Más allá de la intervención directa de los ciudadanos, las grandes plataformas de internet también han decido poner también de su parte a través de herramientas especialmente dedicadas a los desastres.
Es el caso de “Safety Check”, que permitió a los usuarios de Facebook indicar a sus seres queridos que se encuentran bien tras el terremoto, o el localizador de personas de Google, usado por más de 20.000 mexicanos tras el sismo.