Maurizio Bagatin
La necesidad es de un profeta, de un profeta que mire hacia el pasado, y que sea el historiador que reconozca el futuro. Tal vez todo está en el verbo del poeta y en las mil variedades de papas que se cultivan en esta tierra.
Los capítulos de la Historia están definidos: El signo y la semilla será el primero, no habrá donde perderse en el mensaje y con el embrión; luego vendrá La palabra y el fruto, simbiosis de saberes y sabores que alimentan; el tercer capitulo iniciará a sofisticar el camino, El discurso y el banquete, el bien y lo bello que derivarán al capitulo final, La retorica y la gastronomía, el deleite que entrará en nuestros sentidos.
Se inicia con el intento a un dialogo y se termina escribiendo poesía. Miles de años que lo hacemos. Mientras otros escriben el escurrir del tiempo histórico, las batallas y las tragedias, las felicidades y las miserias que están bajo de la piel, que están en la magia que representa la apariencia.
En las narraciones nos encontraremos siempre en ese lugar de la Mancha del cual uno “no quiere acordarse”, propio porque no puede olvidarse. Siempre la misma historia.
Foto: Matteo Bagatin, «Ruinas y escombros», La fabrica de cerámica de Rivarotta, Italia, enero
