Cuando el coronavirus se consolidó como una pandemia mundial, de forma paralela surgió una infodemia: “El tenso estado emocional de miles de personas que permite que las noticias falsas se difundan masivamente”.
Las instituciones de verificación a nivel mundial, detectaron al menos, tres olas de desinformación relacionada con el coronavirus. La primera, se centró en las explicaciones sobre el origen de la enfermedad. La segunda, en teorías conspirativas relacionadas con el COVID-19. La tercera ola se centró en formas de tratar y medicar la enfermedad.
A más de un año de este fenómeno que inició de forma paralela a la pandemia, ahora brota una nueva ola de desinformación relacionada con las vacunas para inmunizar a la población. Una de las más atacadas en nuestra región fue la vacuna Sputnik-V, que adquirió el Gobierno boliviano.
Los contenidos falsos sobre esta vacuna empezaron a circular en Argentina, donde también se aplica la Sputnik-V, posteriormente se compartieron en páginas de redes sociales de nuestro país. Entre los ejemplos más importantes están el de una enfermera que supuestamente murió al recibir la vacuna, otra estuvo relacionada con el costo del inmunizante, pero el más controversial fue un video compuesto por diferentes fragmentos de videos sobre la aplicación de la misma.
Sputnik-V no es la única vacuna que recibe ataques, están también el resto de las vacunas: Moderna, Pzifer-Biontech, Sinovac, Oxford – AstraZeneca, entre las más importantes. A pesar de que las vacunas se aplican en varios países, el mundo no logrará la inmunidad colectiva en 2021, según advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado 11 de enero.
Ante la circulación de contenidos falsos sobre las vacunas contra el coronavirus, es importante recordar las siguientes recomendaciones:
1.- Cuestionar la fuente
2.- Revisar la fecha original de la noticia
3.- Consultar fuentes y medios oficiales
4.- Revisar si el contenido tiene mala ortografía y errores de redacción