Carlos Battaglini
Querido Líder narra la trepidante y arriesgadísima fuga de un funcionario norcoreano a Corea del Sur. Jang Jin-Sung (seudónimo utilizado por el autor) es también un poeta con inquietudes intelectuales que un día comienza a trabajar en las esferas más altas del gobierno norcoreano, concretamente en la oficina 101 del Departamento del Frente Unido (UFD), oficina encargada de ganar simpatías por el régimen de Corea del Norte en Corea del Sur a través de acciones de propaganda estratégica.
Jang no tarda en destacar en la oficina 101, hasta el punto de que llegará a ser considerado uno de los “elegidos” de Kim Jong Il gracias a la escritura de un poema dedicado a la figura del Querido Líder que lo hacen introducirse en la élite norcoreana y disfrutar de todo tipo de ventajas.
A pesar de que Jang goza de una vida acomodada (dentro de los estándares de Corea del Norte) crece en él la fuerte sospecha de que este gobierno comunista no es en absoluto justo. Su privilegiada posición para acceder a información confidencial, y también para poder visitar otras ciudades de Corea del Norte (lejos de la favorecida capital Pyongyang) le acaban demostrando que vive dentro de las entrañas de un régimen tirano. Jang experimenta un sentimiento claustrofóbico: cada vez le resulta más insoportable sobrevivir en Corea del Norte.
El momento culminante llegará cuando uno de sus mejores amigos, de nombre Young-Min, pierde un libro perteneciente a la biblioteca del UFD, un libro que Jang le había prestado después de tomar muchos riesgos. Si las autoridades norcoreanas dan con el libro, algo muy probable, la vida de los dos amigos se convertirá en un infierno.
Los dos colegas entran en pánico y deciden que es el momento de emprender la huida a Corea del Sur antes de acabar en una de las terribles cárceles del régimen. Ya que es imposible acceder a Corea del Sur a través de la frontera que la separa de su vecino del Norte, los amigos intentarán huir primero a China, concretamente por el Noreste, atravesando el río Tumen.
La ‘aventura’ como no podía ser de otra manera, resulta ser de lo más ardua. Los amigos sufren todo tipo de vicisitudes mientras tratan de esquivar todos los controles interpuestos por el partido y el régimen. Tras muchas agonías conseguirán llegar a China, pero los problemas no se terminan ahí, ya que este país no recibe por lo general con buenos ojos a los desertores norcoreanos. Además, el gobierno de Kim Jong Il acusa a los desertores de asesinato. Pasando mucha hambre una vez más, los amigos se las arreglan para escapar de un sitio a otro, saltando de una ciudad china a otra, a la vez que tratan de conseguir el beneplácito de la administración surcoreana que para más inri, también resulta ser de lo más ruda.
Jang tiene más suerte que su amigo que acabará muriendo; cruzándose en su camino con buenas personas que lo ayudarán a escapar, incluido un contacto surcoreano que es la principal vía de escape (opción que había resultado ser infructuosa en el caso de su amigo). Después de tantos agravios y desagravios, Jang acabará reuniéndose con miembros de las autoridades surcoreanas que lo reciben calurosamente (ahora si) en la embajada surcoreana en Beijing tras una larga travesía por los mares del infierno. Hoy en día Jang Jin-Sung vive en Seúl entregado a la actividad intelectual y política, desde donde sigue altamente involucrado en el devenir del que hasta hace poco era su país: Corea del Norte.
En cuanto a mi opinión, he de decir que he disfrutado mucho con la lectura de Dear Leader (título en su versión en inglés que fue la que leí). Y eso que el aire comercial de la portada de este libro, prometía seguramente un libro un tanto plano. Ciertamente, esos dos soldados norcoreanos enfocando uno con una cámara fotográfica Ricoh, y el otro con unos prismáticos, debajo de una especie de hibisco rojo, hacían prever no sé por qué, un texto simplón. Pues nada más lejos de la realidad.
Querido Líder constituye una interesante narración en primera mano sobre los entresijos y secretos del gobierno norcoreano. Uno descubre bastantes historias, misterios, entre ellos la estrategia de la política norcoreana y sus muy estudiadas provocaciones a Corea del Sur (a veces pareciera como si todo fuese parte de un juego tácitamente acordado por ambas partes) su ‘oportunista’ confrontación con los Estados Unidos y su ambivalente relación con China (según el libro, el país que en realidad más odia el régimen de Corea del Norte)
A propósito de China, me resultó curioso comprobar como este país está considerado por los “desertores” de Corea del Norte como una especie de paraíso. Jang se queda impresionado con el increíble desarrollo que aprecia en ente país. Un desarrollo que siempre se ha observado con recelo desde Pyongyang, puesto que supone una amenaza directa al régimen norcoreano y a la idea Juche de autonomía. China hoy en día es sinónimo de reformas y aperturas, conceptos que no sientan nada bien en las altas esferas del régimen norcoreano.
Tal y como su título advierte, se habla evidentemente del Querido Líder o lo que es lo mismo, de la figura de Kim Jong Il, el excéntrico hijo del creador de todo el aparato de Corea de Norte y líder eterno del país, Kim Il Sung. Resulta evidente que Kim Jong Il no tenía un pelo de tonto y que sus movimientos estaban mucho más controlados de lo que podría parecer. A pesar de las significantes diferencias entre ambas personalidades, tanto él como su padre tuvieron que hacer malabarismos políticos para mantener el régimen a flote dentro de una región donde China, Japón, los Estados Unidos y también Rusia constituyen los actores principales. En este sentido es menester destacar los dificilísimos momentos atravesados por el régimen de Kim Jong Il protagonizados por la hambruna que provocó medidas drásticas bajo la denominada Marcha Ardua, así como la política Songun (enaltecimiento de la vía nuclear) que suponen pasajes decisivos de la historia reciente de Corea del Norte.