Un hongo, por definición es una especie de calamidad invasiva y, médicamente hablando, «oportunista» (lean Wikipedia, si no). Cuando, por ejemplo, en el argot cotidiano decimos frases como «acá los imbéciles crecen como hongos» no nos referimos a los honguitos silvestres que hacen de habitat natural para los adorables pitufos, sino del hongo epidérmico, de esa micosis que ataca los pies y otros lugares del cuerpo, esos hongos nauseabundos que se esparcen por tus remotas cavidades y que producen escosor y pestilencia además de ser ya de por sí repulsivos y execrables. Bueno, de esos hongos, también hay en versión homínida y bípeda.
Los hongos humanoides han aparecido estos últimos días por acá. Se movilizan en camionetas (de uso oficial) y en catervas y como no han desarrollado aún la capacidad sapiens, andan como hordas de mandriles destrozando todo. Pero no son mandriles. Son menos que eso. Son hongos. Lo curioso es que estos hongos azules tienen preferencia por destrozar, pintarrajear y vandalizar sólo propaganda electoral. Ergo, son hongos creados en el laboratorio de algún partido político y concebidos para atacar a otros partidos. Si tomamos en cuenta que estos fungos cochalos sólo destrozan la propaganda electoral de Comunidad Ciudadana, debemos inferir que sus creadores son de alguna pandilla política que se siente amenazada por CC. ¿Cuál será, no? Puede que estén reaccionando con instinto paleolítico porque, como son hongos, no saben debatir, de escribir ni hablar y pues sólo pueden expresarse guturalmente y a duras penas para pronunciar el nombre de su macho alfa o gran líder fúngico.
Si en el País se cumplieran las leyes, el tribunal electoral o lo que fuere ya los habría perseguido, procesado y eliminado, pero no. Al tribunal le gusta cultivar esos hongos, protegerlos y acariciarlos, porque el tribunal es un apéndice parasitario del laboratorio político sindical de donde emanan tantos apestosos hongos. Por eso, es mejor denunciar esta plaga por la vía civil y ver que el 20 de octubre, el voto ciudadano actúe como fungicida y extirpe a esta calamidad de la faz de la tierra. Acá unas fotitos de los hongos humanoides y de sus obras. Saquen sus conclusiones.