Bolivia es uno de los países donde el precio de la gasolina es de los más bajos del mundo -herencia de gobiernos anteriores- con la “especial” de 85 octanos a Bs3,74.- el litro (54 centavos de dólar) y la “gasolina premium” de 95 octanos a Bs4,79.- (69 centavos de dólar). Nadie se queja del precio de la premium pero ¡cuántos se quejan de la especial, pues su vehículo cascabelea! ¿Ud. también?
La gasolina especial es la más consumida por ser barata y si bien muchas personas ansían comprar la premium –pese a su mayor precio– no lo pueden hacer pues su oferta es exigua y se acaba en menos que canta un gallo.
Pensando hacerlo bien, YPFB anunció la introducción de la gasolina Super de 91 octanos a Bs4,40.- el litro, como alternativa a la especial y la premium, un poco más más cara que la primera, asegurando ser más rendidora; que alargaría la vida útil de los autos y menos contaminadora.
Inexplicablemente, como si se hubiera decretado la obligatoriedad del consumo actual o futuro de la nueva gasolina Super 91, una cantidad de preocupaciones se empezaron a oír, frente a lo cual el gobierno aclaró que de ninguna manera la gasolina especial se dejaría de producir y que tampoco subiría de precio.
Cabe recordar que los precios de los combustibles están “congelados” desde gobiernos pasados y que cuando se los intentó subir (D.S. 748 del 26/12/10) la población reaccionó tan mal en las calles, que un niño de pecho podría entender que sería un suicidio político el volver a intentarlo. Por tanto, aquello de que en el futuro se dejará de producir gasolina especial –equivalente a un gasolinazo ya que su precio subiría aunque stricto sensu sería una mejor gasolina- no se podría dar, por sus imprevisibles consecuencias.
Así que, creyendo a las autoridades ¿por qué no respaldar esta mejor gasolina como una opción para quien la quiera y pueda comprar, y así bajar el gasto en aditivos que importamos para mejorar la gasolina especial? ¿Cabe rechazar esta nueva gasolina superior pese a que es una alternativa? ¿O es que se opondrán igual cuando -Dios mediante- en breve se produzca en Bolivia una eco-gasolina, con bioetanol como aditivo, para disminuir la importación de gasolina que en la última década significó1.500 millones de dólares?
Respecto a eso de que en el futuro se dará un gasolinazo -recuerdo al afamado economista John Maynard Keynes, que dijo: “en el largo plazo estaremos muertos”- a lo que yo añadiría: “y puede que para entonces los autos funcionen con electricidad o agua…
(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional