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Evo en Twitter y ‘Face’

Oscar Díaz Arnau / Inmediaciones

El presidente Evo Morales tiene 320 mil seguidores en Twitter. Se unió a esa red social en abril de 2016, hace menos de dos años, precisamente los que le faltan para cumplir su sexagésimo aniversario. El 23 de enero pasado estrenó su cuenta de Facebook. Esto se concretó a los dos días de haber confirmado que buscará una nueva reelección en 2019, con el apoyo de sus partidarios y el rechazo de sus detractores.

Vivimos la época de los “millenials”, es decir de los nativos digitales: los que se criaron con un dispositivo electrónico al alcance de la mano. Los políticos lo saben y aquellos que, como Morales, por una cuestión cronológica no pertenecen a ese grupo, deben actualizarse porque, entre otras cosas, los expertos dicen que los jóvenes son una tendencia entre los usuarios de las redes sociales. Y los jóvenes votan. Y sus votos pesan cada vez más…

Pocos lo recuerdan, pero el presidente Morales era reticente al uso de las redes sociales hace algunos años. Esto cambió radicalmente.

Un antecedente político

En abril de 2016, se conoció un audio en el que autoridades y exautoridades del Gobierno se dirigían supuestamente a relacionistas públicos de entidades del Estado.

Esa reunión fue previa al referéndum del 21 de febrero (21F) y algún participante grabó lo que allí se dijo; ese documento digital se filtró y terminó circulando en las redes sociales (RRSS).

En la grabación se escucha cómo, de acuerdo a las estadísticas que manejaba el Gobierno, el panorama para la campaña por el Sí a la reelección del Presidente era adverso en las RRSS. En un determinado momento, una voz femenina advierte a los presentes del “tono pesimista” de los seguidores del Sí y pide “reanimarnos”, “armarnos”, “meterle duro a la batalla”.

Con esto se refería a la rivalidad que hasta hoy se evidencia en las RRSS —producto de lo que algunos analistas califican como una polarización política en el país— y que el Gobierno anticipaba entonces como “preocupante”.

En pasados días, el diputado del MAS Julio Huaraya informó que su partido tiene pensado elaborar un proyecto de ley para “regular” el uso de las RRSS, un espacio virtual en el que el oficialismo hasta ahora no hace pie después de identificarlo como una de sus debilidades. Tanto así que destinó 5 millones de bolivianos del Presupuesto General del Estado 2018 para la dotación y el manejo de equipos en la Dirección General de Redes Sociales.

Por otra parte, la ministra de Comunicación, Gisela López, reveló que seis funcionarios manejan la cuenta de Twitter del Presidente: @evoespueblo.

Un ingreso tardío

Marcelo Durán Vázquez es comunicador, máster of Fines Arts in ComputerArts, docente y consultor en Tecnología de la Información en la Agencia Bithumano, empresa con la que capacita y dicta talleres de producción de contenidos y campañas para redes sociales.

En su criterio, el presidente Morales llegó tarde al mundo de las RRSS. Esto, en su momento, fue admitido incluso por personeros del Gobierno.

“Creo que llegaron tarde al fenómeno digital. Las instituciones públicas hicieron su ingreso de manera paulatina, a medida que el consumo de RRSS se hacía cada vez mayor, pero de una manera dispareja, sin una línea de acción, por lo que la creación de la Dirección de Redes Sociales, de alguna manera, fue una forma de abordarlas desde el Estado. Y entre sus primeras acciones estuvo el lanzamiento de la cuenta del Presidente en Twitter”, dice.

Para el aterrizaje de Morales en el etéreo ecosistema de las RRSS fueron determinantes los resultados del 21F. “El 21F ha sido un hito fundamental, porque finalmente han mirado a las plataformas sociales como posibles agentes de influencia en los usuarios”, confirma Durán.

Los jóvenes en las redes

Consultado sobre la gravitación de los jóvenes en las RRSS con relación a la política y las elecciones en democracia, Durán responde que “existe un factor fundamental en las herramientas digitales, especialmente Facebook: que se pueden medir en tiempo real”.

“A diferencia de los estudios de rating o lectoría, las cifras de uso y acceso a redes sociales que tanto la ATT, la AGETIC y cualquier persona que trabaje en el rubro pueda obtener, muestran que los jóvenes son una tendencia en usuarios”, agrega.

“Por lo mismo”, señala a continuación, “discursos como ‘neoliberal’ o ‘dictadura’ pasan a ser ajenos para quienes nacieron en los 90s”. Es decir que ese tipo de discursos, según Durán, son contraproducentes para llegar a los millenials.

Según datos que maneja Durán, Bolivia tiene 6,3 millones de usuarios en Facebook. El 74.2% de ellos tiene menos de 34 años. Y el mayor segmento es el de 18-24 años (31.7%).

En Facebook y dos influyentes

Morales se estrenó hace poco en el plataforma de RRSS más popular del mundo. En pocos días sumó alrededor de 20.000 seguidores. El diario El Deber informó que obtenía 23 ‘likes’ por minuto.

Cuando le preguntamos por qué el Gobierno se muestra más interesado que nunca en la incursión del Presidente en Twitter y Facebook, Durán confirma que “el gobierno de Morales ha dado un giro de 180 grados desde que ‘son los movimientos sociales y no las redes sociales’ quienes dictan agenda, hasta los recientes datos que dicen que el Presidente ‘es influyente en Twitter’”.

A propósito de esto último, se produjo una controversia entre Morales y el expresidente Carlos Mesa por la cantidad de seguidores que ambos tienen en la red de los 280 caracteres.

Por esto recurrimos a la opinión especializada de Cristian León, politólogo con formación superior en Bristol (Inglaterra) y profesor investigador de la Universidad Católica Boliviana. Él cree que se trató de “un falso dilema”, porque “la cantidad de seguidores de Carlos Mesa, si bien mayor, no es necesariamente un indicador absoluto de mayor popularidad o influencia”.

Se explica indicando que “casi la mitad de sus seguidores (los de Mesa) parecen ser cuentas falsas, esto quizás se deba a que políticamente ya se convirtió en el foco de atención de trolls o cuentas de marketing que buscan aprovecharse de las tendencias que podría generar”.

En su criterio, “la influencia se podría medir mejor con dos indicadores: cantidad de alcance de sus tweets (cuántas personas dan retuit o citan cada publicación) e indicadores sentimentales, es decir, la recepción positiva o negativa”.

Finalmente, León considera que “Twitter en Bolivia es lastimosamente un espacio poco representativo de la población, es aún bastante de élite y, precisamente, no es un público muy fanático de Morales. Creo que donde sería más exacto medir es en Facebook, pero lastimosamente no es fácil hacer mediciones en esa plataforma”.

Como Morales, Carlos Mesa tiene presencia en Facebook, donde se reproducen sus comentarios de Twitter porque tiene vinculadas ambas cuentas.

Las redes y las elecciones

¿Cree que la apertura de la cuenta oficial del Presidente en Facebook apunta a llegar al segmento de jóvenes y adolescentes que votarán por primera vez el próximo año?, le preguntamos al consultor y experto en redes Marcelo Durán. “Sí”, responde él, “desde la idea de que el Presidente busca ser el candidato del MAS en 2019”.

“Por lo mismo”, continúa Durán, “las figuras de ‘presidente’, ‘candidato’ y ‘líder’ están muy entremezcladas y habrá que ver en el tiempo el uso que le darán: si colocan anuncios, si usan las herramientas nativas como los videos en vivo, si la cuenta responde consultas, etc. Ahí la delgada línea que divide entre informar las actividades del Presidente y persuadir a los votantes”.

Twitter vs. Facebook

¿El boliviano es más propenso al Facebook que al Twitter? “En general Twitter ha perdido mucho peso en los últimos años a nivel global, por lo cual es poco probable que siga creciendo aquí o en cualquier otro país. Sin embargo, en su fase de mayor auge, tampoco creció mucho en Bolivia por su falta de difusión y las brechas digitales que tenemos”, dice León.

Sostiene que aquello no pasó con Facebook, “quizás por su característica más lúdica, entonces lo hace más fácil de adoptar. En países donde creció Twitter, como en México, la empresa hizo una difusión masiva y estratégica; eso no tuvimos aquí”.

Durán, por su parte, refiriéndose al caso particular del presidente Morales, recuerda que “Evo como figura política tiene varios perfiles en Facebook que fueron usados en su campaña el año 2014. Pero Evo como Presidente tuvo algunos intentos interesantes como la página ‘Escríbale al presidente Evo Morales’, y también cabe destacar que la propia página del Ministerio de Comunicación está verificada por Facebook”.

Por lo tanto, agrega él, esta diferencia de plataformas hace énfasis en un hecho clave: Twitter es la red más usada por los líderes mundiales y genera tendencia por su fuerte conexión con periodistas y medios de comunicación. “Es como una sala de prensa permanente, en tanto que Facebook es como un escenario mucho más amplio para las masas. En ese sentido, la página oficial del Presidente debió salir al mismo tiempo que su cuenta de Twitter. Estos casi dos años de distancia (entre la apertura de una cuenta y otra) hacen la diferencia”.

En otros países como Estados Unidos o, sin ir tan lejos, Argentina, el año pasado los jóvenes comenzaron a migrar de Facebook a Instagram e Snapchat.

En este punto, León opina: “es una tendencia general debido a que ofrecen mayor privacidad y control sobre quién puede mirar tus contenidos. Me parece que los más jóvenes están entendiendo eso mejor que los adultos”.

Amor – odio

La política, la democracia y las nuevas tecnologías de la comunicación (TIC) van de la mano a partir de la poderosa irrupción de las RRSS en la vida de las personas.

La forma de hacer política cambió rotundamente y quienes no lo entendieron todavía, pues, sencillamente, se quedaron anquilosados.

El Presidente se resistió hasta última hora para entrar a este juego virtual, pero terminó siendo un partícipe muy activo. Por otro lado, no pierde oportunidad de criticar a quienes utilizan estos medios que ofrecen las TIC para cuestionar su gestión de gobierno.

Mientras Evo Morales mantiene con las RRSS una relación de amor-odio, da la sensación de que los políticos —de cualquier signo partidario— no han aprendido del todo a manejarse en los espacios donde se vuelcan opiniones por Internet y donde a veces se reciben mensajes de apoyo, pero también observaciones y ataques irracionales o virulentos.

La “batalla” en un escenario virtual y polarizado

La realidad política boliviana se ha complejizado con los actores mediáticos interactuando, o simplemente mostrándose, en las redes sociales (RRSS).

El experto Marcelo Durán dice que “existe una fuerte confusión entre militancia y Estado, y eso es lo que perciben los usuarios. Si das ‘Me Gusta’ a un post sobre la inauguración de una obra del Gobierno, eres azul automáticamente. Esta polarización de los contenidos viene acompañada de una fuerte campaña del Gobierno en los medios tradicionales, donde inundan de mensajes en el horario ‘prime’ esperando tener una actitud positiva de la audiencia, pero se percibe ese agotamiento mediático en las RRSS”.

Luego, hace notar que “pocas autoridades han optado por crear cuentas personales y en su mayoría solo retuitean al Presidente y no generan contenido propio.

Por lo tanto, existe énfasis en considerar los datos cuantitativos como únicos: cantidad de seguidores, cantidad de retuits, pero no le han prestado atención a las herramientas de ‘social listening’ que permiten ir de lo cuantitativo a lo cualitativo, hacia la semántica de los comentarios y de los grafos que sirven de cajas de eco para replicar un solo mensaje”.

La cuenta del Presidente

En criterio de Durán, “la cuenta del Presidente merece un análisis aparte, desde que decimos ‘la cuenta del Presidente’ y no ‘la cuenta de Evo’. En el caso de Estados Unidos, existe una cuenta, @POTUS (President Of TheUnitedStates), que hace un seguimiento a las actividades del Primer mandatario, y otra utilizada por quien cumple este rol, que a tiempo actual es @realdonaldtrump”.

Esto, según el especialista consultado, confirma un dato curioso: que “el énfasis en RRSS está sobre la persona y no sobre el cargo, tampoco en las instituciones o el partido. Por lo tanto, esa lógica piramidal reproduce en buena manera lo que sucede fuera de las RRSS. El Presidente es el ‘uno’ y queda la sensación de que él no maneja su cuenta, sino que es solamente un altavoz de un fuerte mensaje que enfatiza entre el antes y el ahora”.

En el ranking de los 50 líderes mundiales con más interacciones, presentado recientemente por la consultora internacional en reputación corporativa BursonMarsteller, la cuenta @evoespueblo ocupa el puesto 23. “No solo evalúan Twitter sino otras redes”, aclara Durán en un artículo. “Al respecto mencionan que el 91% de los gobernantes en Sudamérica tienen presencia oficial en Facebook y que el presidente Macri lidera el ranking en Instagram y Snapchat”.

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