Es evidente que las redes sociales han transformado la forma de comunicarnos y nos orillan a todo tipo de riesgos, pero también, está claro que quién no está en ellas, simplemente no existe. Sino preguntémosle al presidente Evo Morales por qué forma parte de la “alcantarilla”.
El pasado viernes, Morales reiteró en sus discursos mediáticos que no cree en las redes sociales porque “son como la alcantarilla”; dicha afirmación contradice plenamente su afición por tuitear todos los días y con mayor frecuencia, en esta época electoral. Nada puede ser más interesante que ver al Presidente arremetiendo contra las redes sociales y a su vez intentando conquistar el voto ciudadano por los mismos medios. Habría que preguntarle si su convicción no pesó más cuando diseñó su campaña política para las Elecciones Nacionales o sus asesores lo convencieron de que en la “alcantarilla” también podía conquistar votos.
Pero, no sorprende que el presidente tenga tantas contradicciones en su vida. En los eventos internacionales siempre utiliza ese desgastado discurso sobre el cuidado al medio ambiente y el respeto a la madre tierra, cuando en el país que dirige se ha desarrollado un modelo de negocio extractivita que no es capaz de respetar, ni siquiera, las áreas protegidas. Volviendo a lo de la “alcantarilla”, es importante hacer dos apuntes.
Primero, es cierto que se han proliferado las mentiras en este espacio y más desde que el mismo Gobierno decidió que se podría contrarrestar aquello con la creación de los “guerreros digitales”. Lo único que generó este panorama, es la mayor exposición a la desinformación para los usuarios.
Segundo, el fenómeno de las redes sociales ha puesto a debatir a los especialistas de la Comunicación, sobre nuevos términos, nuevos abordajes y cuan armado está el “nuevo periodismo” para afrontar esta realidad. Si no, porque Bolivia fue la sede del XVII Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social donde se abordó: “La Noción de la Verdad en la era Digital – Oportunidades y Desafíos de la Comunicación en Democracia”.
La “alcantarilla” ahora, es tema de análisis desde enfoques escépticos que la consideran el mayor instrumento de dominación del capitalismo que nos distrae de la verdadera interrelación humana hasta quiénes se convierten en millennials para estudiarla.