Han causado revuelo las últimas cuatro sentencias que ha emitido el Tribunal Constitucional Plurinacional.
La primera tiene que ser con su prórroga de mandato.
La segunda se refiere a la inhabilitación de Evo como candidato el 2025.
La tercera la supresión parcial de Andrónico y el senado, mientas dure el receso de la Asamblea Plurinacional, ordenada por su presidente nato el vicepresidente Choquehuanca.
La cuarta sentencia ordena la posesión de Mario Aguilera como prefecto de Santa Cruz
Aún cuando las cuatro han causado reacciones políticas diversas,muestran de modo categórico el poder del T.C.P.
A la primera sentencia CC reaccionó y fue a sufre e introdujo una demanda a la fiscalía departamental para que se haga un juicio a los miembros del T.C.P por usurpación de funciones.
La sentencia contra Evo ha motivado la reacción del evismo que sostiene que la misma no inhabilita la postulación del jefe del M.A.S. para la contienda electoral del 2025. A la par que el evismo amenaza con movilizaciones y acción en la calles.
La tercera ha logrado el silencio de Andrónico y ha paralizado la acción del Parlamento prácticamente hasta que el vice presidente Choquehuanca ordene su reapertura.
La cuarta ha agudizado la política en Santa Cruz entre camachistas, y anti camachistas.
Los seguidores de Camacho califican la sentencia del TCP como atentatoria a las leyes regionales y a la autonomía regional. Mientras que Camacho acusa de traidor a Aguilera,.
Los anti camachistas sostienen que por el bien del departamento Aguilera debe asumir la gobernación para no paralizar el trabajo de la misma.
En tanto Aguilera como Zvonko se encuentran entre la espalda y la pared.
Hay que recordar que las sentencias del TCP son de cumplimiento obligatorio y su desacato tienen cárcel de dos a seis años.
Lo cierto es que el TCP es el nuevo poder que por encima de líderes políticos, autoridades regionales, incluso ministros .Es el árbitro supremo de la vida de los bolivianos,que se vuelve en dueño de vidas y haciendas ya que sus decisiones son inapelables.
Desde el punto de vista de la economía jurídica y desde la institucionalidad democrática es vital tener un potente TCP que regule el accionar del devenir socio económico de la sociedad desde la administración de la justicia.
Lo grave esta cuando esté se somete al poder político.
Para nadie es un secreto que el TCP baila al ritmo que le toca el ministro Lima. Que muchas de las sentencias son cocinadas en el despacho del Ministro de Justicia.
Desde esa perspectiva el TCP no es más que la correa de transmisión de los deseos y planteamientos del poder ejecutivo En la actual coyuntura del gobierno de Luis Arce,que dicho sea de paso lo utiliza con eficiencia.
Lo evidentemente que ésto confirma mi hipótesis que el poder judicial está y estará sujeto al poder político.
Sería positivo contar con un TCP autónomo que practique la independencia de poderes.Fenomeno muy difícil que se plasme en realidad.
Mientras tanto los adversarios del régimen actual tienen un rival más que derrotar que es el actual T.C.P., lo que es muy difícil.
L.o evidente es que ser presidente del T.C.P es tan importante como ser presidente del país, porque en una mano tiene la balanza de la ley y en el otro el garrote de la sanción.