Angélica Guzmán Reque
“El libro para leer no es el que piensa por ti, sino el que te hace pensar” – Harper Lee
El 23 de abril es la fecha en que se celebra el día del libro y los derechos de autor en el recuerdo de la muerte coincidente de tres grandes de la literatura universal, como fueron Miguel de Cervantes, autor del libro más leído y editado, como es El Quijote de la Mancha. origen de una narrativa que entremezcla el humor, la reflexión y las vivencias de todos los tiempos. El escritor inglés William Shakespeare, autor de dramas universales, como el amor incomprendido en Romeo y Julieta, el sentido de la venganza, como fijación emocional en Hamlet, los celos enfermizos que te llevan a la muerte en Otelo, y muchas otras más. y el poeta Garcilaso de la Vega, cuyo estilo poético es la musicalidad del verso. Maestro del soneto endecasílabo, odas, elegías y églogas, publicadas por primera vez en el siglo XVI, poeta del Renacimiento literario. Sus temas preferidos fueron los sentimientos de ausencia, el conflicto entre razón y pasión, el transcurso del tiempo y el canto de una naturaleza idílica, de profundo sentimiento de amor por la vida. Por esto la Conferencia general de la UNESCO estableció esta fecha para rendir homenaje mundial al libro y sus autores y alentar a todos, especialmente a los más jóvenes a descubrir el placer de la lectura y respetar la irremplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural del mundo.
La literatura es arte porque interpreta la imagen, el ritmo, el color, cuando, la grandiosidad literaria se imprime en el imaginario que, a través de las imágenes, cargadas de sentido vivencial, se funden en la literatura y la elevan a la categoría de arte, surge el enigma que hace ver y permite construir con palabras aquello que ha impresionado al intelecto y hace reaccionar a la emotividad, es cuando resuenan y se multiplican las palabras, imprimiendo eco y destello que la literatura, como ningún otro arte da forma y sentido a las expresiones que despertarán y saciarán las impresiones humanas. Este es el proceso de creatividad donde el autor se sumerge lejos de su entorno vivencial para sumergirse en el otro, en el reflejo de la realidad de los demás porque no solo produce goce estético, sino que aporta conocimiento información, formas de conocer y sentir del mundo, al igual que enfrenta a los valores más íntimos de los sentimientos humanos, como son el respeto, el amor, la solidaridad, etc. Es lo que muy bien expresa James Russel Lowell “Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra” en el uso de la comparación poética de situaciones de vida semejantes.
Si hacemos un recorrido de la historia literaria nos encontramos con expresiones propias de épocas que precedieron a nuestra historia, cuyo sentimiento de vida es el mismo, aunque vivencialmente diferente, así la literatura griega, que es la más antigua, encontramos pasajes en las obras de Homero, descripciones fantásticas, propias de sus creencias y manifestaciones de una vida de sueños y mitos. Leemos seres fabulosos y mitológicos que sirvieron para la formación de la mente humana, aunque frente a estos pasajes también leemos las tragedias de Sófocles, Esquilo, quienes pusieron en tela de juicio el destino y su insondable requiebro de la vida de seres humanos que, no son, sino el desentrañar los sentimientos emocionales y mentales nuestros. Escribe Camilo José Cela, premio Nobel de literatura” La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”
Todas estas manifestaciones de grandes producciones sirvieron y, aún sirven de modelos y bases para la producción posterior porque, como se manifiesta, ”no hay nada nuevo ante la luz del sol”, la literatura es un medio para poder expresar todo lo que siente, se piensa y se vive. Es un reflejo de las situaciones de existencia que vive una persona, que no es, sino la vida de toda persona del mundo. Es como bien expresaba Alfonso V, el Magnánimo “Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor, ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer” Ese es el arte de la literatura, estar en el momento oportuno de la persona que sabe utilizarlo, que sabe elegir el libro correcto o, cuántas veces la magia del libro le presta alas para aterrizar en el momento y lugar correspondiente.
Es la función del arte en general y de la literatura en particular provocar la reflexión, despertar el pensamiento y el cuestionamiento de su propia existencia, solo así se estimula el desarrollo de la humanidad y el crecimiento histórico de la cultura en nuestro mundo, tan sabiamente nos dice Santa Teresa de Jesús” Lee y conducirás, no leas y serás conducido”
