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EEUU abandona por tercera vez la Unesco: causas, impacto y legado de una ruptura diplomática

¿Qué es la Unesco y por qué importa?

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) fue fundada en 1945 como agencia especializada de la ONU, con la misión de construir paz duradera a través del conocimiento, la cooperación internacional y el diálogo intercultural.

Actualmente, está presente en más de 190 países, con redes activas que incluyen más de 13,000 instituciones: escuelas, universidades, museos, archivos, medios, ciudades patrimoniales, centros científicos y culturales.

Sus áreas clave de acción abarcan:

  • Protección de más de 2.000 sitios Patrimonio Mundial.
  • Impulso a la educación inclusiva, equitativa y de calidad.
  • Libertad de prensa y seguridad para comunicadores.
  • Ética en inteligencia artificial, gobernanza digital y biodiversidad.
  • Salvaguarda de la memoria histórica y patrimonio inmaterial.
  • Promoción de la ciudadanía global y el diálogo entre culturas.

EEUU anuncia su retiro: ¿por qué y para qué?

El gobierno del presidente Donald Trump oficializó que Estados Unidos abandonará la Unesco el 31 de diciembre de 2026. Esta decisión responde a una serie de argumentos presentados por la administración:

  • Acusaciones de que la organización promueve “causas sociales y culturales divisivas”.
  • Críticas a una “agenda globalista contraria a los intereses nacionales estadounidenses”.
  • Rechazo a la permanencia del Estado de Palestina como miembro pleno desde 2011.
  • Señalamientos de un “sesgo antiisraelí” en resoluciones y votaciones.
  • Oposición a los Objetivos de Desarrollo Sostenible considerados ideológicos por sectores conservadores.

La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, afirmó que “la Unesco se ha alejado del espíritu técnico y multilateral, inclinándose hacia discursos globalistas que no representan las prioridades nacionales”.

Una historia marcada por salidas y regresos

Estados Unidos ha tenido una relación intermitente con la Unesco a lo largo de más de 40 años. Esta es la tercera vez que rompe formalmente con la organización.

En 1984, bajo Ronald Reagan, la administración acusó a la Unesco de mala gestión financiera y orientación prosoviética. El país se mantuvo fuera hasta 2003, año en que George W. Bush autorizó el retorno tras reformas internas en la agencia.

En 2017, durante el primer mandato de Donald Trump, EE.UU. se retiró nuevamente, alegando un sesgo antiisraelí persistente y rechazando la inclusión plena de Palestina. La salida se hizo efectiva en 2018, acompañada por Israel.

En 2023, la administración de Joe Biden reincorporó a Estados Unidos, regularizó contribuciones y buscó reforzar el compromiso multilateral.

En 2025, Trump retoma su política de ruptura, anunciando el tercer retiro, con entrada en vigor prevista para fines de 2026.

¿Cuánto aportaba EEUU y qué se pierde?

Hasta 2011, Estados Unidos era el principal financiador de la Unesco, aportando el 22 % de su presupuesto. Tras su retirada, acumuló una deuda que superó los 619 millones de dólares. Aunque se reincorporó en 2023 con una contribución más reducida —8 % del presupuesto total—, sus fondos seguían siendo cruciales.

Con esta nueva salida, se perderán recursos destinados a proyectos en educación, inteligencia artificial ética, reconstrucción patrimonial, alfabetización, libertad de prensa y conservación cultural.

La Unesco afirma que desde 2018 ha diversificado sus fuentes y que puede sostener sus operaciones. Sin embargo, el vacío diplomático y técnico que deja EEUU es significativo.

Impacto en universidades, museos y ciudades estadounidenses

Más de 13.000 instituciones estadounidenses colaboran con la Unesco. La salida del país afectará:

  • Cátedras Unesco en universidades como Harvard, Stanford y Georgetown.
  • Museos que participaban en redes de patrimonio, memoria histórica y cooperación técnica.
  • Escuelas asociadas que implementaban modelos de ciudadanía global.
  • Ciudades que aspiraban al reconocimiento como Ciudades Creativas (Santa Fe, Austin, Charleston).

Las consecuencias incluyen pérdida de acceso a redes internacionales, asesoría técnica, certificaciones, oportunidades de financiamiento y visibilidad cultural.

Reacción desde París

Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, lamentó “profundamente” la decisión y afirmó que “la puerta queda abierta”. Destacó que la agencia ha reforzado su independencia financiera desde 2018 y sigue trabajando con más de 190 Estados miembros.

“El multilateralismo sigue siendo fundamental. Estados Unidos tiene todo su lugar aquí, hoy y mañana”, señaló.

¿Estrategia política o pérdida de liderazgo?

Desde una perspectiva diplomática, la salida puede interpretarse como una reafirmación del modelo nacionalista y aislacionista promovido por la administración Trump. Bajo esta óptica:

  • Se evita compromisos ideológicos o políticos en foros globales.
  • Se rechaza cualquier vínculo institucional con Palestina.
  • Se reduce la participación en agendas como equidad educativa o sostenibilidad.

Sin embargo, se pierde influencia sobre decisiones clave del sistema multilateral. Estados Unidos quedará excluido de espacios de regulación internacional sobre patrimonio, educación, tecnología digital y cooperación científica.

El retiro también debilita la relación de EEUU con actores académicos, culturales y sociales que operan bajo paraguas de la Unesco.

En lo simbólico, se desactiva el papel histórico que EEUU ha tenido como fundador y arquitecto del sistema multilateral posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Impacto global

La Unesco opera activamente en más de 190 países, ofreciendo ayuda técnica, asesoramiento y recursos en múltiples campos. Su influencia es especialmente fuerte en regiones con necesidades educativas urgentes, zonas patrimoniales en riesgo, comunidades en conflicto y poblaciones vulnerables.

La salida estadounidense supone:

  • Mayor presión financiera sobre otros Estados miembros.
  • Posible disminución de ayuda a países en vías de desarrollo.
  • Debilitamiento de proyectos conjuntos con instituciones estadounidenses.
  • Menor diálogo global en temas estratégicos como ética de IA, libertad de prensa, acceso al conocimiento y sostenibilidad.

A pesar del retiro, la Unesco continuará operando con respaldo multilateral y alianzas diversificadas.

¿Y ahora qué?

La salida de Estados Unidos será oficial en 2026, pero el debate ya está abierto. ¿Es esta una estrategia válida para proteger intereses nacionales o una pérdida tangible de liderazgo global?

El sistema multilateral deberá adaptarse a una nueva realidad: la de una Unesco que sigue construyendo paz a través del conocimiento… sin uno de sus miembros fundadores.

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