José Pastor González
Solo quedarán los que fuman a la puerta de los bares de los pueblos de montaña, mientras nieva. - Iván Rojo
Ahora que tenemos la certidumbre del invierno
y que el bosque encendido de colores
de hoy
serán árboles desnudos
mañana
ahora que los días se acortan
como la vida
y se secan y marchitan
las flores del cementerio
ahora que sabemos de la escarcha
y del vacío
y de la importancia del fuego
ahora que florece el azafrán
y es momento de limpiar el huerto
ahora que se anuncian las primeras nieblas
y las primeras heladas
y bandadas de pajaritas de las nieves, avefrías, colirrojos tizones, mosquiteros
llegan con el frío
ahora que es tiempo de níscalos de cardos de almecinas de pucheros
y de la siembra de acelgas espinacas y ajos
ahora que escuchamos el trueno la lluvia el viento el río
y la caída de las hojas de los árboles
y la noche
ahora que no somos
nada más
que algo olvidado
como la muda de una culebra
ahora
en este mes de noviembre
que enhebra el otoño con el invierno
ahora
que sabemos
que habrá un día
y será invierno
solo
nos queda
ahora
esperar
la nieve
Breve tratado de la vida en los balcones.
Frente a los balcones con plantas de bambú butacas de diseño y cenas a la luz de las velas los balcones con macetas de geranios y tendedero de ropa. porque los geranios son la única bandera que deberían ondear en los balcones de los barrios. si la rojigualda es un país el geranio es el pueblo. si la rosa es la aristocracia. el geranio es la plebe. en los geranios está la pobreza y el orgullo. está el desencanto y la lucha. está el olor a cerrado y el olor a derrota pero también la alegría de los patios y el compadreo en los bares de pueblo. es la supervivencia y la resistencia. los geranios son las plantas que podemos comprar en el todo a cien o en el mercadillo del barrio. es como el vino peleón que compramos en el supermercado o como el bocadillo de chorizo que nos llevamos al trabajo. es clase obrera haciendo su vida. es la planta de los desesperados de los solteros de las amas de casa de los abandonados de los principiantes. la que sobrevive a nuestra desgana olvidos y a la falta de oportunidades. es la planta que nos recuerda que en esas casas abandonadas o desahuciadas o medio caídas vivió gente. es la última en darse por vencida. es la planta que puede convertir cualquier agujero en un hogar. es la planta que tiramos a la policía cuando ya estamos más que hartos. es la planta que deberíamos estamparnos en la camiseta como una declaración de guerra. una maceta de geranios en un balcón en una mesa camilla en la terraza de un bar en la oficina en las calles es la proclamación y la esperanza que un mundo mejor es posible
Quisiera que mis historias fueran como flores silvestres del campo que crecen entre las grietas
Estas flores silvestres del campo
son las que sostienen el mundo
un mundo que se niega a desaparecer
las que se enfrentan
flor a flor
a la destrucción de un una forma de vivir y de mirar
de mirar directamente a los ojos
son las que pertenecen al pueblo a la infancia a las brujas a las curanderos a los jornaleros
son la supervivencia sin florituras
y sin palabras
pero son como las palabras que dan calor y color a un poema y a la vida
como las palabras que anotamos en los márgenes de los libros
son la ilusión con las que hicimos nuestro primer ramo de flores
-porque el dinero no nos daba para nada-
para regalar el día de los enamorados
a nuestro primer amor
al único que nunca olvidaremos
me quiere/no me quiere
son el olor de la gente que queremos
son el juego y la sorpresa
son la sabiduría y la cultura popular de hombres y mujeres que nombran las cosas con las palabras justas
son la celebración de la primavera de la revolución de la república de las fiestas populares
son las parias de la botánica y de el campo
las saboteadoras de las floristerías y los cañones
las clandestinas en el primer mundo
las malas de las películas
las revoltosas de la clase
la clase obrera
son la resistencia la sangre
son la fragilidad que nos hacen humanos
son el recuerdo de los muertos en las cunetas
de todos nuestros muertos
son los abrazos que nos damos
después de tanto tiempo sin vernos y sin hablarnos
son la flor de la vida
son la vida a flor de piel
y las risas
y las lágrimas
que nos mantienen vivos
 
         
 
                         
	 
                  
                




