Cómo todos los años quería hacer un balance del fin del año 2019, pensando en cómo comenzar, se me ocurrió poner, este año pasará a la historia, lo cual es una estupidez, todos los años pasan a la historia. Podríamos poner que el 2019 es un año que ha sido marcado por la historia, y que marca el fin y el inicio de muchas cosas, algunas serán materia de estudio en colegios, universidades y/o instituciones’.
Finalmente, este año es también el fin de la dictadura de Evo Morales, quien fue obligado a renunciar, por unas pititas y unas llantitas., por haber hecho un fraude descomunal batiendo su propio record. Ya estábamos acostumbrados a que votaran los muertitos, pero esta vez se pasaron y el pueblo no se la dejó pasar.
La renuncia de Morales a la presidencia de Bolivia, más allá del hecho en sí, es importante entender a qué se debió la misma. Meses antes esta opción (la renuncia) era un hecho impensable, es más inclusive la posibilidad de que pierda las elecciones era un hecho cuasi imposible de que ocurra para la mayor parte de los analistas políticos, nacionales e internacionales.
Morales y el MAS habían forjado la imagen de una estructura política capaz de vencer cualquier elección, muy similar a lo que ocurre en Venezuela y Nicaragua. No quisieron darse cuenta que ya habían pasado 14 años de estar en el poder y eso siempre desgasta, es más es todo un record en la historia de Bolivia, ni siquiera las dictaduras militares que gobernaron el país o el MNR pudieron llegar a gobernar tantos años seguidos, con el mismo Presidente en varios periodos consecutivos.
Ya la en la elección de su cuarto periodo, el Presidente Morales había afirmado que no volvería a presentarse a un nuevo mandato. Pero ni bien asumió, comenzó a preparar la re-elección de un nuevo mandato, se diseñaron varias estrategias para lograrlo, era necesario cambiar la constitución para poder acceder a una nueva re-postulación, por ello el Gobierno con su mayoría en el congreso aprobó la convocatoria a un Referendum que le permitiera re-postularse. Referendum que contó con la participación masiva de jóvenes organizados en plataformas que se hicieron cargo de la campaña y el control electoral contra la re-postulación, logrando ocasionar la primera derrota al MAS.
El gobierno fiel a su estilo y mostrando su verdadero carácter antidemocrático, aprobó mediante una serie de triquiñuelas político jurídicas impusieron su nueva re-postulación de manera ilegal e inconstitucional, mostrando el verdadero rostro autoritario del Presidente y su partido. Si bien el hecho generó la molestia y oposición de amplios sectores de la población. Sin embargo, la disposición e inscripción de los partidos políticos en las elecciones, fue tomada como una traición, por las plataformas y muchos sectores de la población. Quienes llamaron a la oposición a unir fuerzas para derrotar nuevamente a Morales. Para ello impulsaron la propuesta de la Unidad a la fuerza, con la consigna del voto útil.
El gobierno al verse perdido en su estrategia elaboró un monumental fraude electoral, que generó la movilización inmediata de la gente que liderados por el Comité Cívico de Santa Cruz y posterior participación de los otros Comités Cívicos del resto de país, llamarón a un paro nacional, que ocasionó la burla de Morales y su partido, acompañando la burla con acciones que generen violencia, contando con la movilización de los sectores que lo apoyaban, así ocurrieron los primeros fallecidos, sin embargo los bloqueos lejos de debilitarse, se fueron consolidando y con movilizaciones improvisadas, pero a la que la gente respondió valientemente, siguiendo a Luis Fernando Camacho y Marco Pumari que se convirtieron en los líderes indiscutibles de la protesta.
Todos los bolivianos sabemos perfectamente, quienes participamos en los 21 días de paro nacional y de que forma. La estrategia del MAS fue insistir en validar como sea el fraude y exacerbar la violencia en una clara muestra del carácter fascista que el MAS venía ejerciendo. La fascistización de la sociedad no era una estrategia nueva, de alguna manera ya la venían ejerciendo durante varios años, no solo por su carácter despótico, sino estaba presente en toda su manera de gobernar, estaba presente en las inauguraciones de obras, elefantes blancos, la construcción de la casa del pueblo, edificio de lujo que incluía varios pisos para uso exclusivo del presidente, el museo de Orinoca, cuyo mayor tesoro eran las camisetas de Futbol que Morales había usado.
Es decir, el gobierno de Morales al margen de llamarse un gobierno de izquierda, en el fondo se había convertido en un régimen fascista en todo el sentido de la palabra, económicamente, en arquitectura, en el manejo económico y sobre todo su exacerbación del odio por supuestas diferencias raciales. Hecho que hemos heredado este 2020, la fascistización de la sociedad es la marca indeleble del MAS en la sociedad.
Obviamente desde hace muchos años, en principio por los más radicales del MAS, he sido acusado de mantener posiciones fascistas, me acusaban de lo que ellos estaban construyendo.
Personalmente considero que lo mismo pasa en todos los países dónde ganaron los socialistas del Siglo XXI, acusan de sus males a otros, sin darse cuenta que son ellos los que se han convertido en fascistas. El fascismo no es ni blanco ni negro, ni pertenece a una sola clase social. El fascismo está presente cuando hay una creencia de una superioridad racial en relación a otros.
En el caso de Bolivia el fascismo se expresa en sectores antagónicos, no es exclusividad de algunos. Es común escuchar que los cambas son fascistas porque son racistas, evidentemente que hay sectores que sí lo son, pero no son todos ni tantos como muchos piensan, pero también son fascistas lo que creen que los aimaras son una raza mejor o más fuerte que las otros 36 grupos étnicos que habitamos en Bolivia.
Y de alguna manera esto es lo está en debate en estas elecciones, algunos creen que Camacho y Pumari son la representación de esa derecha fascista, en lo personal creo que no es tan así, es más creo que si bien tiene algunas posiciones de derecha, como aversión a algunos derechos como son los de las feministas, del derecho al aborto, o los derechos del colectivo LGTB. Pero también han demostrado mayor valor que otros para defender la democracia. Pero también es fascista Choquehuanca y algunos de los sectores del MAS que consideran que los aimaras tienen más derechos que los demás bolivianos.
Creo que la gran ventaja de estas nuevas elecciones es que tenemos un Tribunal Supremo Electoral imparcial, en los que los debatas van a ser obligatorios, así podremos elegir por los programas que planteen y no por donde han nacido o a que etnia teóricamente representan por su fenotipo, creo que la gente es más inteligente que eso. No creo que la gente vote por una propuesta que exacerbe el odio o las diferencias raciales, creo que la mayoría de los bolivianos queremos vivir en paz, entiendo que hayan algunos que crean que los aimaras sean mejores que otros, pero creo que son solo algunos fascistas desubicados.
Hace años atrás yo me jactaba que conocía muy bien la ciudad en que vivía, y me relacionaba con todo tipo de gente, siempre he tenido una fascinación por entender la mirada del otro y varias veces he llevado algún amigo por ciertas zonas rojas, una vez uno de ellos, miró a las 4 de la mañana una muchacha que consideró muy guapa, le pregunté si la quería conocer se la podía presentar, al acercarse a mi llamado mi amigo descubrió que la muchacha bonita era un muchacho, era mi amigo. Así he tenido muchos amigos gays, lo que no compromete mi opción sexual, he sido amigos de gays, lesbianas, prostitutas y ramas anexas.
Así como no creo que el lugar donde vivo o donde haya nacido, no compromete mi posición política, tampoco creo que lo haga la gente que conozca. Así me crean fascista o gay, mi voto lo voy a definir después de escuchar los debates en base a mis principios democráticos, no por las opiniones y/o presiones prejuiciosas de otros.
