Katarina Sabados
Los juegos y las noticias tienen historia. Desde los rompecabezas y crucigramas clásicos de los periódicos hasta aplicaciones modernas como Wordle, estos juegos relacionados con las noticias se han utilizado durante décadas para aumentar el engagement y llegar a un público más joven. Por esta misma razón, muchas de nuestras aficiones, hábitos de compra y actividades cotidianas se han gamificado.
Los juegos también activan la empatía y permiten un mayor impacto en la audiencia, afirma Anna Thulin, periodista sueca autora de un estudio de caso sobre gamificación y periodismo en el marco de un proyecto de investigación para la London School of Economics.
«Tienes más tiempo para compartir tu historia y mantienes el interés, si lo que quieres es que los lectores se queden el mayor tiempo posible», explica.
Thulin exploró en su informe la premiada investigación interactiva de Al Jazeera Pirate Fishing. En ella, el lector debe abrir un correo electrónico en el que se le pide que se una a un periodista que investiga la pesca de arrastre ilegal en aguas de Sierra Leona, frente a la costa de África Occidental. En ejemplos como este, los juegos actúan como una táctica de narración inmersiva, situando a los lectores en la búsqueda de la historia, no solo como observadores pasivos mientras esta se desarrolla.
El reporteo es la base de todo
No basta con crear un juego entretenido. La historia —y los datos— que lo sustentan deben valer por sí mismos.
El juego Uber del Financial Times y el reportaje digital que lo acompañó fue una de las historias más leídas —y jugadas— del periódico el año en que se publicó. El equipo responsable del proyecto puso al lector al volante de un conductor de Uber que intenta ganarse la vida en la economía colaborativa.
«En el caso del juego de Uber, la interacción te obliga a imaginarte en esa situación y a darte cuenta de que hay que tomar decisiones difíciles», explica Robin Kwong, exdirector de distribución digital del Financial Times.
«Hay un contraste entre sentirse bien al ver cómo entra el dinero y, al final, darse cuenta de que hay muchos gastos en juego», explica Kwong. Tener que elegir entre seguir conduciendo para cubrir los gastos o volver a casa para ayudar a tu hijo con los deberes son decisiones de la vida real a las que se enfrentan los conductores de Uber y que influyeron en el diseño del juego, explicó.
Además de informar lo esencial, el equipo del FT se aseguró de reunir datos relevantes como la media de trayectos por hora, el costo del combustible y la limpieza, y las tarifas medias por hora para incluirlas en el juego.
Necesitas al menos un desarrollador
No existe una manera única de gamificar el periodismo de investigación. Pero si no se hace bien, el juego puede acabar desvirtuando la historia en lugar de hacerla más atractiva.
En los últimos años, una serie de herramientas de código abierto han reducido la barrera de entrada para que los periodistas integren juegos en sus historias digitales. Herramientas como Twine y Newsgamer son un buen comienzo para la creación de guiones y el diseño, pero requieren cierta personalización para funcionar. Para ello, Kwong recomienda asociarse con al menos un desarrollador familiarizado con el sistema de gestión de contenidos.
«Probablemente necesites a alguien con algo de experiencia en programación, sobre todo porque algunas de las herramientas hay que ajustarlas. No puedes usarlas sin más», advierte.
Dependiendo de la complejidad, las ilustraciones y la estructura del juego, es posible que necesites programadores y desarrolladores más cualificados para asegurarte de que funciona sin problemas en tu sitio web. «Tal vez quieras usar tu propio estilo y luego averiguar cómo se integra con tu sistema de gestión de contenidos», añade Kwong.
Elige un elemento para gamificar y desarrolla en consecuencia
La forma más eficaz de incorporar la gamificación a tus coberturas es elegir un mensaje o tema que sea central en la narración y explicarlo con más detalle a través de la gamificación.
Este enfoque enfocado también ayuda a evitar que la gamificación se descontrole. Aunque el juego de pesca pirata de Al Jazeera era bastante sencillo —no tenía varios resultados diferentes—, llevó casi 10 meses completarlo, desde la idea hasta la publicación.
Para la investigación de Al Jazeera, el elemento central fue encontrar los barcos de pesca ilegal. Para la historia de Uber, fue comprender los dilemas personales y económicos con los que lidian los conductores.
«El juego puede servir para despertar el interés de la gente o simplemente para destacar o mostrar un aspecto concreto de algo que hayas descubierto en tu investigación», explica Kwong.
«Hazlo lo más pequeño y sencillo posible», recomienda, «porque el proceso siempre se va a volver mucho más complicado de lo que pensabas cuando empezaste».
Casos de estudio
Las investigaciones interactivas están teniendo más reconocimiento que nunca por combinar un periodismo contundente con una propuesta innovadora para la audiencia. En 2018, ProPublica, WNYC y Playmatics se unieron para publicar The Waiting Game (El juego de la espera), una historia que lleva a los lectores por el a menudo brutal viaje de los migrantes a Estados Unidos y la incertidumbre que sigue una vez que llegan como solicitantes de asilo.
«En este caso concreto, pensamos: ‘¿Y si lo que realmente estamos dando a la gente es la experiencia… de tener que esperar tanto tiempo como la gente del sistema realmente tiene que esperar?», dijo Sisi Wei en una entrevista con Patrick Strohecker, colaborador de GIJN.
Otra reconocida investigación interactiva fue la de Cuestión Pública, de Colombia. Juego de votos ganó un premio Sigma por situar a los votantes colombianos en un universo medieval en el que podían explorar cómo las familias políticas actuales se hacen con el poder y se aferran a él antes de las elecciones parlamentarias de 2022.
Consejos clave
Thulin, autora del estudio «La gamificación del periodismo», ofrece varias recomendaciones a las redacciones que contemplan el uso de juegos en su trabajo. Entre ellas, transparencia, sencillez, colaboración y «probar, probar y probar». Las historias gamificadas también conllevan algunos riesgos, advirtió, entre ellos problemas éticos y de accesibilidad, así como de imagen de marca.
«Se trate de un juego o de elementos de gamificación en tu sitio web, reflejarán el espíritu tu empresa, desde el formato y el contenido hasta los colores que utilices y la forma de los botones», señala Thulin. Así que los periodistas de investigación deben seguir el mismo cálculo para incluir otros elementos mediáticos en sus historias. «Pregúntate si añade valor. Porque hacer una gamificación creyendo a ciegas que eso atraerá a lectores jóvenes, por ejemplo, no creo que funcione», dice.
Este artículo fue publicado por la Red Global de Periodismo de Investigación
Foto de Javier Martínez en Unsplash.