Juan Martínez Reyes
Las investigaciones en el campo literario peruano, han permitido con el tiempo develar algunos textos inéditos de César Vallejo. Así, en el libro “Contra el secreto profesional”, se ha podido constatar que contiene algunos microrrelatos, según la indagación del escritor e investigador Rony Vásquez Guevara, un estudioso de la minificción.
Por otro lado, es necesario puntualizar que en el libro “El microrrelato peruano. Antología general”, antologado por el crítico literario Ricardo Gonzáles Vigil, incluye ocho microrrelatos de César Vallejo. Con esto reafirmamos que Vallejo es uno de los más importantes escritores peruanos, porque no solo ha incursionado en la poesía, sino también en el teatro, el cuento, la novela, artículos y microrrelatos. En otras palabras, es un autor polifacético, que ha estado a la vanguardia, cuyos trabajos literarios aún se mantienen vigentes a través del tiempo. Así lo ratifica, Gonzáles Vigil: “Además de ser uno de los poetas más geniales del siglo XX a escala mundial, César Vallejo […] es un escritor de registro creador completo, con valiosos aportes narrativos, dramáticos (con algún boceto para cine), periodísticos y ensayísticos.” [1]
Es importante resaltar los trabajos antológicos que se realizan sobre la minificción, pues esto coadyuva a conocer y valorar los trabajos poco conocidos de diversos autores. Además, de alimentar el corpus literario, en particular, el de Perú. Así lo sustenta Coca: “…la publicación de numerosas antologías de microrrelatos cada año constituye un fenómeno esencial en el desarrollo de la literatura”. [2]
En este breve, pero muy necesario acercamiento al trabajo minificcional de César Vallejo, que estamos redescubriendo, se está conociendo sus textos en este género literario. En ese sentido, plasmamos estas líneas para revelar y valorar el trabajo literario de Vallejo, citamos y analizamos tres microrrelatos sin título, compilados en el libro “El microrrelato peruano. Antología general”. Dos de ellos conciernen a la terminología de cuento atómico, según la concepción del autor colombiano Umberto Senegal, cuya denominación, hace referencia a aquel texto brevísimo, que consta de máximo veinte palabras, pero que condensa dentro de sí una historia.
Conozco a un hombre que dormía con sus brazos. Un día se los amputaron y quedó despierto para siempre.
En este microrrelato, narrado a través de un narrador testigo, asistimos a un tema social, el de la pobreza. Aunque no se diga de forma explícita, pero se hace alusión a ello. Esto debido a que el personaje de quien se habla, no poseía la comodidad para dormir en una cama y con una almohada. Como se lee en el texto: “Conozco a un hombre que dormía con sus brazos”.
Por otro lado, el texto nos hace suponer que esta persona ha sufrido de algún accidente o una enfermedad, lo que le ha provocado que le hayan cercenado los brazos. Ello, trae consigo el final sorpresivo, y a su vez, un hecho particular, el insomnio, la dificultad de no poder conciliar el sueño, como consecuencia de haber perdido sus extremidades. Así se constata en la última oración de este microrrelato: “Un día se los amputaron y quedó despierto para siempre”.
El hombre que nació viejo y murió niño, la edad para atrás.
Esta historia, la cual es narrada por un narrador omnisciente, apertura diversas interpretaciones. Puede hacer referencia a una rara enfermedad genética llamada progeria, la cual ocasiona un envejecimiento veloz y progresivo. Así se corrobora en el texto: “El hombre que nació viejo y murió niño…”. Esta enfermedad provoca la muerte de estas personas a una edad muy temprana. Por eso, el autor, afirma: “… la edad para atrás”.
Visto desde otra perspectiva, este microrrelato, podría hacer alusión a un bebé que nació con una gran madurez intelectual, y que en el ocaso de su vida, termina como la mayoría de ancianos, viviendo como niños, porque requieren del cuidado de los hijos, cuando la edad les impide realizar sus quehaceres cotidianos como lavarse y vestirse.
Un día que salía del Louvre, a un amigo que encontré en la puerta del museo y que me preguntó adónde iba, le dije:
Al museo de Louvre.
Esta minificción, presenta un narrador personaje, y su vez, se percibe el manejo de lo irónico, cuando el hombre es preguntado por el amigo, hacia donde se dirigía, este responde: “Al museo de Louvre”. Lo curioso es que el protagonista estaba saliendo del museo. De esta respuesta, podemos inferir que el personaje no quiso decirle a donde iba, porque no era asunto suyo el saberlo.
En conclusión, podemos afirmar que las investigaciones en el campo literario, nos permiten descubrir textos valiosos de autores peruanos, que como en el caso de Vallejo, seguramente hay muchos más por redescubrir. De igual manera, hay que enfatizar que Vallejo es un escritor completo, pues ha incursionado en todos los géneros literarios, en este caso, también en la minificción. En la nuestra minificcional de Vallejo, percibimos el manejo del tiempo pasado y el uso de diversos tipos de narradores (omnisciente, testigo y personaje). Por último, debemos revalorar a Vallejo, leer sus obras y estudiarlas.
Bibliografía:
[1] Gonzáles, R. (2021). El microrrelato peruano. Antología general. Recuperado de: https://cultura.petroperu.com.pe/biblioteca-cope/el-microrrelato-peruano/
[2] Coca, S. (2021). El microrrelato como fenómeno literario y social. Recuperado de https://www.doctorgoodfellowbooks.com/post/el-microrrelato-como-fen%C3%B3meno-literario-y-social
