Recordando algunas viejas lecturas de José Saramago, me vino a la mente dos viejas novelas que retratan un poco la situación actual de la sociedad y la política en nuestro país: “Ensayo sobre la ceguera” y “Ensayo sobre la lucidez”. Ambas novelas independientes pero complementarias, es más, la segunda puede considerarse la continuación de la primera, aunque se pueden leer indistintamente sin menoscabo alguno en su genialidad.
Que tal si en Bolivia nos da un ataque de lucidez. Que todos los ciudadanos nos neguemos a votar en las próximas elecciones, incluida la clase mas desprestigiada de nuestra sociedad, a saber: la clase política. Que no se presente ningún partido, ni asociación ciudadana, ni coalición… ni nada. Que al gobierno del MAS se lo deje bailando solo. Que se le quite cualquier atisbo de legitimidad democrática, porque no la tienen.
Es bien sabido que, Evo Morales y el MAS, necesitan un enemigo al frente, un rival, si no lo tienen, se lo inventan. La cultura política de los impostores es la confrontación, no la concertación. Ellos se sienten en su salsa con la guerra sucia, el engaño y la mentira. No saben de ética ni moral, no tienen escrúpulos para usar las mas bajas artimañas para satisfacer su angurria de poder y de dinero.
Todas las acciones del gobierno están destinadas a hacerse con el control absoluto de las instituciones democráticas, la buena fe y el apego a la ley, están totalmente ausentes de su accionar. El “jefazo” esta cada día mas perdido, sus declaraciones y discursos ya rayan en lo grotesco, y la recua de lambiscones ya perdió la vergüenza, si es que algún día la tuvieron.
En estas condiciones es absurdo pensar que, Morales y su pandilla de mafiosos, vayan a respetar el resultado de las elecciones si les es adverso. Peor aún, sabiendo lo que les espera cuando se vean obligados a dejar el poder: la cárcel, el exilio o algo peor. Por eso no sorprende que estén dispuestos a todo por permanecer en el poder, incluso a derramar sangre.
Quizás el ataque de lucidez consista en no entrar en su juego, no participar en la farsa que están montando, abstenerse. Muchas veces el silencio es mas elocuente que la más estridente vocinglería. El silencio que presagia tormentas, silencio que mete miedo y que amenaza con borrar de la historia a todos los falsarios y traidores que se creyeran eternos