Vía muerta
Odio la punta de mi lengua:
ese lugar extraño de mi cuerpo,
esa estación fantasma
a la que siempre
está a punto de llegar
esa otra lengua que no llega,
de la que siempre
está a punto de salir
ese poema genial
que siempre escribe otro.
*
No leíste los cuentos
Y así te va.
Ya es tarde para lamentos:
se hace tarde,
y pronto todo estará oscuro.
¿Ves esta boca, amor?
Está hecha a la medida de tus sueños…
No hay tiempo ya: cierra los ojos.
No leíste los cuentos
y ahora yo -así es la historia-
tendré que comerte.
*
La gramática del amor
Yo lo sé.
Tú lo sabes.
Nosotros lo sabemos.
Ellos no lo saben.
*
La apuesta
Huyo de las superficies lisas
y amo en cada cosa su fisura;
fío mi suerte a lo imperfecto
y en todo encuentro lo perdido.
Mi apuesta-me repito- es a la luz
que logra introducirse en lo dañado,
pues sólo allí, debajo de la herida,
brilla oscura -hecha añicos- la verdad.