Rolando Revagliatti
VESTITE Y ANDATE
Hui nomás
capulina, chabacana
con mi camisa de corderoy
con mi riñonera
Dejame ahora
si es ese tu placer consecuente
tan tristón como solo e inútil
Inferime la desolación obstinada de la inutilidad
Arrojame a mi síndrome
¿No era que nunca te había ocurrido
lo que conmigo?
¿Entonces mi producción es poco más
que morondanga?
¿No venía a ser yo quien te globalizaba
los sentidos?
“¡Orgasmame, pijudo!”
en tus labios obvios: exaltados:
¿era una expresión retórica, parásita?
Hui nomás
diletante, peliforra
con mi boina blanca
Llevate tu impronta abrasadora;
disipá tu horrible
fobia matutina tragándote
el dominguero paisaje
suburbano
Hui con mi slip
con mis chinelas
A esta desnudez mía y patética que se queda
—hoy
ya extenuada la nochecita del sábado tres de octubre—
despidiéndote
rocío con mi esperma.
DÍCESE DE LA CRÍA QUE HA PERDIDO LA MADRE
El modo en el que la habré perdido
no atrae todavía a los revisionistas
¿La habré perdido tropezando con la misma piedra
—equívoca del escándalo
de las poéticas—
con la que antaño otras tropezaron
también desmadrándose?
¿La habré perdido por la índole obstinada
de mi rebelde condición de cría?
¿Hay allí, donde indico, qué de intrínseco?
¿Substancia del manumitir
en la expósita?
A vuelapluma: ¿dícese?
DÍA DE LA MADRE
Mamá merece un lavarropas nuevo
y una multiprocesadora de 400 vatios de potencia
y una más moderna licuadora
Mamá merece también una tostadora eléctrica
de última generación
y un secavajillas con cinco programas y tres temperaturas
Mamá es muy buena
No hay como mamá
Mamá merece una lustraspiradora
con barral cromado rebatible y tres cepillos flotantes
¿Qué menos que una máquina de coser
con quince funciones de puntada
merece mamá?
Mamá es muy buena
Merece esto y mucho más
Mamá merece una cocina con paneles autolimpiantes
y puerta visor con doble vidrio
Mamá merece una plancha con capacidad
de tanque para 320 mililitros
Mamá es muy buena
Queremos mucho a mamá
Demos de una vez en el blanco
de las principales
necesidades de mamá.
OPORTUNIDAD
Yo me conformaría con tener treinta y nueve años menos
darme otra oportunidad tan sólo otra oportunidad
para no pasar tan resquebrajadamente desapercibido
birlaron mi momento de gloria
no supe apresarlo
Mi madre me peinaba con Brancato
el micro me pasaba a buscar
repetí tercero, cuarto y quinto grados
Creyendo obedecer designios divinos
mortifiqué un tanto mi carne circunstancial
Una pérfida se casó conmigo
y logró ella fecundarse de mí
y producir hijos que también
desaprovecharían la oportunidad
de suicidarse en el jardín de infantes.
ARTÍSTICAMENTE
Artísticamente Maxi Gálvez
en la cima del éxito, o bien
en la cumbre del estrellato
me regodeo rematando un tema propio
en el Gran Rex colmado
Sienes y patillas canosas
modelada mi espléndida cabellera
por el coiffeur requerido por la más veleidosa burguesía
con astutos retoques en mi nariz
los doce meses veraniego en los escenarios
y con los sacos rigurosamente remangados
¿Que por qué degollé al lumpencito
que me extorsionaba?
EL PIBE INMEDIATO
Sin mediación ni medias tintas
El Pibe Inmediato
aparecía donde yo estuviera
en mi mente urdiendo una mujer
Sin mediación ni medias tintas
cogido, reconfortado
El Pibe Inmediato desaparecía
con mi deseo de la mujer urdida
Un día no se presentó
¿Pueden creer que lloro y lloro
excitado desde
entonces?
QUE YO
Que yo, Fernando
el proxeneta de Yolanda me desintegre
por la decisión irrefrenable de mi guionista
o que mi yo se desintegre
en la irrefrenable continuidad de la historieta
a usted:
¿le da lo mismo?
VIENE Y VA
No es noticia:
el dinero
viene y va
Es noticia
lo que sólo viene
lo que sólo va
Lo que viene para estancársenos
Y lo que se nos va
gozándonos
cuando compungidos izamos la bandera
de la inoperancia.
LA TRISTEZA ES AHORA
La tristeza es ahora
una sustancia densa y liviana
Puntual, me despido
Todo comienza a ser el pasado
Mamá, papá, los libros
Ya estoy medio muerto
Las mujeres, caminar, tener un cuerpo
Ya soy medio un ángel
El sol, la noche, los amigos
Se arman las constelaciones
Interrumpo
Les dejo el dinero que llevaba encima
Llego con lo justo
Los finados
no escriben.
DIECINUEVE
Me muero todo
me muero en serio
me muero para siempre
se muere todo de mí
se muere de mí lo que soy
y lo que hubiera podido ser
(pensé en mi juventud)
Por eso me tragué sólo diecinueve
pastillas y no las veinte del frasco
completo de Halopidol
Porque pensé.