J. L. Oller -Ariño

Jordi Gual
Debate, Barcelona, 2024
No son frecuentes los autores de ensayos sobre el mundo actual que además reúnan intensas experiencias de gestión empresarial al más alto nivel con una extensa y sólida cultura académica, como es el caso del profesor Jordi Gual. La concurrencia de ambas circunstancias es muy fructífera: la experiencia orienta sobre lo que es importante en el mundo real, en la vida práctica; y el bagaje académico presta solidez y evidencia empírica a las hipótesis formuladas en el proceso de reflexión y análisis. Y acertar en lo que es importante a efectos prácticos es incluso más fructífero que aportar pruebas de las conjeturas formuladas.
Con este ambicioso texto, Gual declara su intención de «comprender, explicar y persuadir». Comprender y explicar lo ocurrido a partir de la gran crisis de 2007; y persuadir de algunas correcciones y exigencias cuya necesidad pusieron de manifiesto múltiples aspectos de aquel inesperado y generalizado descalabro. Y elige la variable e inasible cualidad de la confianza como hilo conductor de su exploración.
El desplome de la confianza es la primera manifestación y causa propulsora de las crisis financieras: ¡explicar su derrumbe (el de la confianza) es lo que permite explicar las crisis financieras! Y explicar el desarrollo, extensión y prevalencia de la confianza en el entramado de las instituciones y de las relaciones humanas y, en especial, de las económicas, es dar visibilidad a un atributo de difícil medición y registro, pero de decisiva incidencia en éxitos y fracasos de proyectos políticos, económicos, sociales y personales.
El subtítulo del libro, «La confianza en el capitalismo y las políticas públicas», apunta al propósito y alcance del ensayo. Tras afirmar que «la confianza juega un papel esencial en las economías capitalistas de las democracias liberales», el autor señala que en las últimas décadas se ha producido una erosión continuada y un deterioro de la confianza en las instituciones, partidos políticos y políticas económicas y sociales de los gobiernos. Las grandes empresas no han escapado a esta corriente (p. 16). Y se propone mostrar, si no demostrar, que para recoser la confianza de nuestras sociedades (el Occidente capitalista) son precisas políticas que recuperen el sentido de comunidad y de destino compartido. El capitalismo fracasa, afirma, si no hay confianza social.
Inicia así un detallado recorrido por el mundo de la empresa, el de las instituciones públicas, partidos, gobiernos y administraciones, para seguir con las instituciones y mercados financieros y concluir con la Unión Europea y sus avatares. Es un análisis, al tiempo extenso y profundo, de la historia económica occidental de las últimas tres décadas, de los escasos aciertos y múltiples errores cometidos por las políticas económicas aplicadas y sus consecuencias en cada uno de estos ámbitos. Con precisión en el detalle y profundidad en los análisis.
En este viaje, el autor aprovecha para tomar partido y formular recomendaciones en defensa del bien común. Destaca en este sentido el capítulo sobre la empresa, ámbito que conoce muy bien y de primera mano, lo que da fuerza a sus argumentos en defensa de la variedad de objetivos sociales de las compañías, que trascienden la obtención de un resultado monetario. Y afirma rotundo: «considero que es el momento de apoyar, sin ambages, un nuevo paradigma de organización corporativa, más ajustado a las sociedades del siglo XXI». Un capítulo rico en consideraciones y en la variedad de escenarios y características de las empresas y sus posibilidades de trascender el objetivo de maximización de beneficios. Merece una cuidadosa lectura y reflexión.
Sigue un importante capítulo, en cierto modo introductorio del resto del ensayo, en el que se ofrecen los resultados de varias encuestas y estadísticas internacionales del mayor interés sobre la confianza en las instituciones públicas en países de la Unión Europea. El panorama es decepcionante y el autor atribuye a la pérdida de confianza en gobiernos, partidos y administraciones la proliferación de partidos radicales de ultraderecha o de ultraizquierda, y la polarización creciente observable en la mayoría de los países de la UE.
A partir de este escenario general, Gual analiza en detalle las políticas financieras que causaron las crisis de confianza y, por ende, económicas, a partir del año 2007. En esta parte, más técnica por su objeto, el lector encontrará descripciones de gran fuerza pedagógica y transparencia sobre la dinámica que generó la crisis y sus consecuencias. Dijo Ortega que la claridad es la cortesía del filósofo. Aquí lo es del economista que desmenuza «las raíces de la gran crisis financiera de 2007-8», mostrando que fueron «una gestión deficiente de la política monetaria y una mala regulación del sistema financiero».
También expone con inusual claridad los mecanismos de creación de dinero y expansión monetaria, arcanos para la mayoría de los ciudadanos, y critica sus excesos durante el largo período en que se mantuvieron los tipos de interés a cero, cuando no negativos. Este viaje a los fundamentos conceptuales de los problemas que se abordan, que asienta y aclara la cuestión tratada, es una práctica que se repite a lo largo de todo el texto, tema a tema, y lo que le confiere su potencia didáctica.
Este método expositivo rinde excelentes resultados en el análisis de las políticas redistributivas diseñadas con el fin de paliar los desequilibrios en rentas, consecuencia del progreso y el crecimiento. Este es un campo de la acción política víctima, como pocos, de consideraciones ideológicas y partidistas. No puede sorprender que las políticas de redistribución, consideradas aisladamente, tengan un efecto menor del que podría esperarse en la valoración de la actuación de los gobiernos por parte de los ciudadanos. Se trata, en definitiva, de un capítulo del mayor interés por la desmitificación de varios prejuicios generalizados sobre políticas sociales.
Pero si hay un ámbito en el que la confianza desempeña un papel determinante es en la construcción de una entidad política como la Unión Europea. A ella dedica Gual la última parte de su ensayo, con un estudio exigente de logros y deficiencias, basándose en análisis rigurosos utilizados con sencillez y eficacia. Aquí se explicitan las piezas institucionales que deben acompañar a la moneda única y están por desarrollar, así como las de un mercado único falto todavía de homogeneidad en múltiples áreas para dejar de ser un «edificio de paja».
El ensayo de Gual es un texto madurado y decantado durante una década, lo que da solidez, profundidad y equilibrio a los juicios y valoraciones que en él se formulan acerca de las cuestiones económicas y políticas de las tres últimas décadas. Como se proponía, ilustra, explica y convence.
José Luis Oller Ariño es economista, consultor de empresas financieras, fue director general del Mercado de Futuros Financieros de España.