Blog Post

News > Carlos Decker-Molina > Gay Talese lanza un nuevo libro

Gay Talese lanza un nuevo libro

Carlos Decker-Molina

Me enteré de que la editorial Alfaguara lanzó en español el último libro de Gay Telese titulado Bartleby y yo. Da la impresión de que es su última creación, Gay tiene 92 años. Aún no he leído el libro de uno de mis favoritos. Gay carece de celular y critica a los periodistas que hacen entrevistas vía ZOOM dejando el contacto humano a un segundo plano.
Hace algunos años y siguiendo las enseñanzas de Talese escribí lo siguiente:

Me acerco a paso cansino hasta la puerta de la casa del hombre de quien hablaré en esta nota. Toco el timbre de esos antiguos con adornos color oro y la puerta de esta casa en las afueras de Manhattan, se abre. En el dintel de esas puertas macizas y antiguas aparece Chantelle el ama de llaves, vestida de blanco muy elegante y que refleja limpieza y clase. Me explica en un inglés con acento francés que el “el señor viene en unos minutos” y luego me alcanza mi cóctel preferido como si me hubiese leído el pensamiento: Dray Martín, me dieron ganas de decir: “Mi nombre es James Bond”, pero me callé y sonreí educado mientras madame Chantelle me ubicaba en un salón.

Así suele comenzar una nota del llamado “new journalism”. Una mezcla de relato y crónica, coloreado por una acuarela literaria donde se entremezclan datos reales escarbados con la paciencia del artesano sin olvidar tiempo ni espacio.

Les advierto que nunca me encontré con Gay Talese. La curiosidad me llevó a merodear por los alrededores de su casa y una vez hasta me animé a tocar el timbre, ese con adornos color oro, y escuchar de boca de madame Chantelle que si no tengo cita aprobada por el agente del señor Talese no hay cómo entrevistarlo.

Fue entonces que decidí hacer lo que mi favorito del periodismo norteamericano suele hacer en sus notas que dieron nacimiento al “new journalism”. Reunir todos los datos posibles que hayan sido confrontados pacientemente y escribir una nota sobre él como si nos hubiéramos encontrado en (permítanme el horrible concepto televisivo) “vivo y en directo”.

Terminado mi Dry Martin apareció por las gradas de la residencia el señor Gay Talese vestido en un traje azul marino. Me dio la mano, me invitó a sentarme en un salón donde había unos mullidos, aunque bastante usados sofás Chesterfield y abrió el diálogo contándome que vive en esta casa desde 1957, “cuando era un poco conocido periodista deportivo del New York Times”.

Cuando abordamos el tema “the new journalism” me dice que el género floreció en los -60 sobre todo gracias a dos grandes periodistas-escritores, Truman Capote y Norman Mailer. Él se niega a reconocerse como el padre del género, es más considera que la paternidad está en la obra de George Orwell y Lilian Ross, a decir verdad, a esta última no la conozco.

Gay Talese me cuenta que era un periodista muy aburrido. “Me gustaba lo que hacía, pero no tanto, me parecía que le faltaba algo”. Luego sigue con su relato: “Me gustaba leer cuentos y novelas. Guy de Maupassant sigue siendo mi favorito porque es un escritor que describe al “ordinary people”, es decir a la gente común de Francia. Talese me cuenta que se escondía en la tienda de ropa de su madre para escuchar las historias, chismes y cotilleos de las amigas y clientes; “así nacieron algunos de mis personajes, fue mi escuela de escritor” me dice con esa voz cavernosa del hombre mayor.

Le digo que a mi encantan sus reportajes porque tiene la capacidad de encontrar en cada personaje algún aspecto único que a veces pasan desapercibidos a los ojos del observador común. Talese revela las debilidades y las pequeñas locuras que hacen del personaje un hombre de carne y huesos.

Le recuerdo el reportaje «La gripe de Sinatra», me mira y sonríe con malicia. Pues, Gay Talese se trasladó hasta un hotel de Las Vegas, donde había sido citado por el cantante. Talese estuvo una semana esperando que Sinatra se mejore de un resfrío. La famosa entrevista de Talese es la historia de cómo durante una semana no pudo entrevistar a Sinatra. O, el relato de Floyd Patterson, cómo es sentirse noqueado. “Recibes varios golpes, pero hay uno que te deja “groggy”, entonces se siente que te invade un calor humano que quieres expandirlo por toda la arena, dan ganas de estirarse para llegar a cada uno y darles un beso, sin embargo, esa sensación desaparece en unos segundos para dar paso al pesimismo de la derrota”.

En mi estancia en Manhattan encontré en una librería “A writer’s life” que fue presentado como el primer libro autobiográfico de Gay Talese, me dice que no son sus memorias sino cuatro relatos entrelazados sobre sus artículos inacabados o que nos los pudo vender o que fueron rechazados por sus editores.

El secreto del éxito de este periodista-literato es su disciplina, se levanta a las 8 de la mañana, se pone un albornoz, despide a su mujer Nan Talese con un beso, prepara un café, un emparedado y se va a su “bunker” en el sótano de su casa. Allí nos fuimos, yo con mi segundo Dray Martín y él con su café negro. Entones ví un a foto de unos nudistas y antes que le lanzara la pregunta, me dijo que fue la única vez que su mujer lo amenazó con divorciarse, pues Gay había vivido en un campamento de nudistas durante tres meses para juntar material e investigar sobre el tema. Hoy Guy y Nan Telese son el par más conocido en el ambiente cultural newyorkino, cumplieron sus bodas de oro. Guy está poniendo a punto un libro sobre el matrimonio, me dice que cada año será un capítulo, seguramente será un libro que cuente sobre otras personas, aquellas que habitaron el mundo de los dos, amigos, conocidos, amantes y personajes entrevistados. Escribirá quizás sobre ella más que sobre él mismo porque Gay Telese es alérgico a mirarse el ombligo.

A tiempo de despedirnos le leo una cita suya reproducida en un diario sueco “Yo escribo sobre personas de carácter que han transcurrido por momentos de debilidad”, ¿es verdad le digo? Y el mueve la cabeza afirmativamente.

Cierra la puerta tras de sí y yo cierro todos los libros, páginas de la red y recortes con los que he basado esta nota. Les confieso que tengo la sensación de haberlo visitado en su casa de las afueras de Manhattan.

Espero haberles transmitido la misma sensación.

Ya solicité el nuevo libro de uno de mis maestros.

error

Te gusta lo que ves?, suscribete a nuestras redes para mantenerte siempre informado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Verificado por MonsterInsights