A la larga lista de mentiras a las que nos tiene acostumbrados el cínico de Orinoca, ahora podemos sumarle una más. El nuevo código penal está hecho para perseguir opositores, coartar la libertad de expresión y de conciencia. No busca mejorar la justicia, busca convertir a Bolivia en un estado represor y policiaco, que les permita a los actuales sátrapas permanecer en el poder bajo un sistema único de partido y pensamiento
Prohibido disentir y organizarse, nadie puede arrogarse la representación del pueblo, solo ellos, y solo ellos determinan quien es el “verdadero pueblo” y sus “legítimos” representantes. No existe la sociedad civil organizada, aparte de sus delincuenciales “movimientos sociales, que no son otra cosa que grupos de choque de corte fascista, que se dan el lujo de amenazar con la violencia a la mayoría de la población
No podemos decir que esto no se veía venir. Evo Morales viene dando muestras, desde el principio de su reinado, de un talante autoritario, abusivo y prepotente, basta recordar el “le meto nomas…” Así y todo, se siguió apoyando al dictadorzuelo en ciernes. Ahora que se le cayó la máscara es tiempo de que el pueblo boliviano despierte, ya no se puede pasar por alto este intento de convertir la patria en un nueva Cuba.
Está circulando sobreabundantemente información sobre el nuevo código penal en las redes sociales, es impresionante lo que pretendían pasar bajo nuestras narices la gente del gobierno. Más impresionante es la ineptidud de la oposición que, a no ser por algunos tibios reclamos, no dijeron nada ¿no debaten en la asamblea? o ¿ni siquiera leen las leyes que quiere aprobar el oficialismo? No sé, pero con esta oposición no me extraña que Morales este 12 años en el poder.
Una parte importantísima del capital político es la credibilidad, y este gobierno la perdió hace tiempo. Los médicos y demás sectores que se unen a la protesta, hacen bien en no creerle a Evo Morales, “el jefazo” ha dado sobradas pruebas de que miente compulsivamente y de que nunca cumple su palabra. Por mucho menos que esto, en otro país ya estuviera con muchos juicios de responsabilidades.
A todo caudillo le llega su “mala hora” No sé si esta es la de Morales, no podría asegurarlo. Son muchas arbitrariedades, negocios oscuros, corrupción, mentiras y un largo etcétera que se han ido acumulando. Hasta el pueblo más paciente en algún momento pierde la paciencia