Maurizio Bagatin
Se puede siempre reparar la tristeza. Para Titane, Pasolini reescribiría Picasso: “es necesario estar locos para ser claros.” Después de Leo Carax, el enfant terrible del cine francés, Julia Ducournau llega para escandalizar. La poesía no tiene trama, las imágenes y la música atrapan y dejan llevar con su violencia y su narrativa; muchos vieron Cronenberg, otros leyeron a Ballard, nadie se acordó de Jeffrey Eugenides y de Michel Houellebecq.
Para romper estereotipos Francia, desde la modernité baudeleriana, siempre fue el escenario para el espectáculo. Sartre y Simone de Beauvoir sentados en un café de la rive gauche y el psicoanálisis de Lacan frente a los estudiantes del mayo ’68. Vino la nouvelle vague y Bertolucci; hoy las imágenes siembran un futuro que es ya, mientras el presente vale mil interpretaciones.