Siempre nos quedará París o el Café de Rick
aquel verano le gustaba follar escuchando a Edith Piaff
fumar un Gauloises tras otro hasta la ronquera
comer pistachos sentada en los muelles de Trocadero
ver el Tour de Francia en bares de obreros
madrugar para pasear por los cementerios
comprar ropa de segunda mano en el mercado de las pulgas
emborracharse de forma tristona y bronca con el pastis que mangaba en el Carrefur
recorrer París andando/como si el mundo se pudiera recorrer a pie/emperrada en ir donde no fueran los turistas
veinte años después
la veo por televisión
hablando sobre «la necesidad de los recortes sociales» de privatizaciones de austeridad de «satisfacer mercados»
y me hace sentir viejo triste cansado
y asqueado
susurrándole a la noche
¿le seguirá gustando follar escuchando a Edith Piaff?
Unos contra otros
UNOS hablan y hablan
con los mismos mantras de siempre:
la ayahuasca el peyote
de las sales de litio y de los baños de luna
de beber agua de mar y de aprender a respirar por el orto …
de filosofía new age y demás mantras prêt-à-porter
hablan y hablan con su clasismo y elitismo de supermercado
con su música que solo es pura matemática
con sus verdades irrefutables e indemostrables
todo para salvarse
y encontrar su felicidad y su bienestar particular.
OTROS escriben y escriben
sobre la pobreza sobre el dolor sobre la derrota
sobre el tajo sobre las heridas sobre las ortigas
arrastran palabras que rajan
llenas de frustraciones amarguras y tristezas…
la propia y la de los demás
escriben y escriben con su rabia con sus vísceras y con sus errores
con su alcoholismo y su realismo sucio
con su mala leche y su oscuridad …
con su música ruidosa que es puro kaos
y sin verdades y sin esperanza
UNOS y OTROS pueden echar vinos juntos charlar y hasta reírse
UNOS de OTROS
incluso hasta llegar a tener algo parecido a la amistad
pero llegado el caso
los UNOS fusilarían a los OTROS
si ningún tipo de consideración y remordimiento
si con ello consiguieran un mundo hermoso y perfecto
sin tristes frustrados y amargados
que echen por tierra su idílico mundo
y que además escriban poesía
contra unos y contra otros
Fuera de temporada
están construyendo un algo
que creían ya no existía,
inventando palabras para explicarse lo que les está pasando
dibujando en un mantel de papel el lugar soñado
aquí está el bosque, aquí las montañas, aquí la mar
aquí el camino, aquí el rock and roll,
aquí bajo la cascada una hamaca
en esta mancha de vino una fuente
en esta esquina nunca se va el sol;
en la tarde buscan rincones solitarios
compran libros de segunda mano
y bailan en una cafetería donde no baila nadie;
a la luna la celebran
bañándose en un mar lleno de estrellas chiquititas
ella tiene las piernas más bonitas del mundo
él unas manos hechas para acariciar;
felizmente borrachos juegan al futbolín con los jóvenes del pueblo
y en un bar de copas donde ponen a la Velvet Underground
se dejan convidar por un camarero que cree reconocer en ellos la aventura y el amor;
en el amanecer, cuanto ya los pájaros cantan,
en la pensión que es un palacio, que es un castillo
en una cama que se les hace grande
hacen el amor sin prisa
y duermen acurrucados
haciéndose un solo cuerpo
abrazados en una sola interrogación
[este poema pertenece a “Cuaderno de veredas” (Piedra papel libros. 2016)]