Irma Verolín

Mis penas

igual que los personajes de La Biblia

se juntan unas con otras

y procrean hijos

mientras pueblan el mundo

mientras se desparraman

audaces

en sus desventuras

y lo inundan todo: días,

escenas que vendrán

huequitos en mi cama

soledades del domingo

mis gatos las huelen desde lejos

entonces se arriman

a mis enormes faldas

y juntos seguimos el perímetro liso de mis ruedos

de mis palabras

en un zurcido de quejas

que traza círculos

alrededor de esta casa.

Estamos bien, por ahora,

le escribo en una carta

a esa parienta

que vive en otra ciudad

y se la envío con sobre y estampilla.