Augusto Guzmán – Cruel Martina
Martina había nacido y crecido en la empingorotada casita de dos piezas, angosto corredor, paredes blanqueadas y techo rojo, protegido por un pequeño batallón de tunas que se desparramaba sobre el tajo brusco de la pizarrosa quebrada. Al fondo, discurría, brilloso, el hilo de agua descolgado de las montañas para el centro del encabritado pueblo […]