Yessika María Rengifo Castillo.
Formalismos no. Su sostén en la silla, mi camisa en el suelo y algunas gotas de sudor anuncian que no habrá nada más. He aprendido amarla. Desnuda, sentada en la cama y su mirada perdida volvió a recordar, que nuestros encuentros traían fuegos a su constante invierno. No sin antes decir, sólo la cama, el oficialismo arruinaría la magia de los miércoles fríos.
Tú y yo
¿Quieres qué hablemos?
No hay ayer que sacie mi alma
ante tus palabras
he empezado a olvidar
invierno mío.
No hay rosas
que sonrojen mi pálido rostro en tu abandono
cielo distante
que entristeció mi rostro.
Vuela con las mariposas
que se pierden en el otoño
de mis atormentadas manos
que olvidaron tus caricias.
Tú y yo
No somos amor de nuestra vida
Somos la rutina y el malestar de las noches sin estrellas
que no soportan los besos del sol.
No hables
y vete a contemplar el arcoíris de tus sueños
sin mi
mujer de mi ayer.