En Bolivia la violencia marcó la agenda nacional en los últimos años, siendo esta más significativa entre los años 2019 y 2020, se manifestó en muchas formas y entre diversos actores con hechos evidentes de racismo, regionalismo y discriminación que incluso se ha instalado en el nivel familiar. Esta violencia se ha emplazado en la sociedad boliviana como una crisis política que hasta el momento no se ha logrado superar, incluso desde la mirada más optimista es posible que esta crisis conviva con nosotros bastante tiempo lo que es una seria amenaza para construir una visión de desarrollo como Estado.
Durante los más recientes años hemos sido testigos y protagonistas de momentos importantes en nuestra historia como país pero que, contrariamente a lo deseado, despertaron viejos fantasmas que parecían desterrados o al menos guardados bajo muchas llaves en el baúl de los recuerdos, así el racismo, la discriminación, regionalismo y nacionalismo, entre otros, afloraron con bastante violencia y se constituyen en factores que destruyen lo avanzado hasta el momento.
De acuerdo con el investigador José Teudolo Guzmán podemos considerar al tejido social como “la configuración de vínculos sociales e institucionales que favorecen la cohesión y la reproducción de la vida social”, así cuando estos vínculos son afectados se puede considerar que hay un daño al mismo que, progresivamente, en caso de no ser asumidas medidas correctivas, tiene repercusiones negativas en todas las esferas de la vida.
Podemos considerar que la reconstrucción del tejido social no sólo implica la eliminación de la conflictividad en sus diversas manifestaciones sino el restablecimiento de aquellos vínculos destruidos o dañados e incluso apostar para su fortalecimiento en consideración de que los mismos, a través de la historia, han demostrado ser los que nos han permitido lograr una verdadera cohesión social y el reconocimiento de nuestra diversidad social y cultural como una fortaleza para resolver nuestras contradicciones.
Es en ese marco la Red de Participación Ciudadana y Control Social (Red PCCS) se ha propuesto, contribuir a la reconstrucción social y generar espacios de acercamiento entre los distintos grupos sociales con posturas diferentes, en algunos casos antagónicas en el país con miras a una convivencia pacífica y democrática entre todos los bolivianos y bolivianas. Dentro de este proyecto juega un rol muy importante la comunicación como forma de prevenir los conflictos.