Ronald Valera
Hola mi querida hija, cuando te soñé lo hice a lo grande al punto de llamarte Gran Colombia conformabas los territorios que fui liberando del yugo español, desde tu nacimiento has sufrido y te dividiste porque no aprendiste en el poco tiempo a convivir, además, de la ambición de unos pocos; pero tu mi amada Colombia te preservaste en la leyes y rectitud, aunque en las últimas décadas has caído en una espiral de violencia que me duele en el alma, nunca pensé que ibas a tener una vida tan sangrienta, me contento cuando en los últimos años se estaban reconciliando y buscando la paz que tanto anhele desde que te soñé, sin embargo, hoy siento miedo de tu porvenir por la decisión que has tomado, a lo mejor el camino político que iniciaras no sea el idóneo para dejar tanto dolor y sufrimiento; sé que eres única y no aprendes por experiencias ajenas, pero te invito que veas a tu hermana Venezuela, cuanto dolor ha padecido desde que decidió hace más de dos décadas transitar el camino que al parecer iniciaras.
Mi amada Colombia, me dirás no soy Venezuela y te confieso que eso mismo me dijo tu hermana cuando le escribí hace 20 años, sin embargo los años han pasado haciéndose realidad mis miedos; al parecer los caminos denominados socialismo de siglo XXI son una falacia que lleva a la destrucción, no me creas a mí que a lo mejor por viejo no tengo la energía pero reflexiona en la experiencia de tu hermana, evita que este nuevo liderazgo te pueda destruir, recuerda te soñé libre y esta en tus manos que conserves esa libertad, nada ni nadie te la podrá garantizar más que tú misma.
Me despido con mucho miedo por tu porvenir, espero equivocarme en mis temores porque sería el hombre más feliz del mundo.
Tu padre que te ama Simón Bolívar…
Posdata: Posibles palabras del libertador.
Ronald Valera es filósofo.