En mi último periplo por la Chiquitania pude constatar de primera mano algunas cosas de las cuales ya tenía noticias. Para nadie es un secreto que demasiadas cosas andan chuecas en el país. Debido a nuestra extensa geografía, muchas veces es difícil llegar y comprobar in situ las irregularidades, y en muchos casos, delitos que se cometen en regiones alejadas de los centros de poder.
El problema de la tierra, en esos pagos, está lejos de solucionarse con el plan de saneamiento que, desde hace algunos años, viene realizando el INRA, el cual ya debía haberse concluido, dicho sea de paso. No sé si sigue vigente la ley que prohíbe a ciudadanos extranjeros poseer tierras a 50 Km de la frontera, pero el caso es que muchísimas grandes propiedades, están en manos de brasileros en la misma frontera.
La pequeña y mediana propiedad, ya sea esta agrícola o ganadera, está en peligro de extinción. El tráfico de tierras en esta zona del país es intenso y descarado. No es casualidad que una célebre ex ministra de apellido Achacollo, haya sido una de las autoridades que con más asiduidad visitaba la región, antes de caer en desgracia. Si el rio suena…es porque viene una banda en canoa.
Por otro lado, esta concentración de grandes extensiones de tierra en pocas manos, acarrea graves problemas ambientales; les doy un ejemplo: si a un campesino, comunario o pequeño agricultor, se le ocurre chaquear una o dos hectáreas de bosque, con el fin de mejorar su pequeña economía de subsistencia, le cae la ABT (Autoridad de bosques y tierras) con todo el peso de la ley. Pero si se trata de una gran propiedad, pueden estar seguros que cuenta con todos los permisos, sellados y firmados, para desmontar cientos, acaso miles de hectáreas sin ningún problema.
Todos estaremos de acuerdo en que las carreteras, caminos y vías de comunicación en general, son importantes para el desarrollo de cualquier país, pero no a cualquier costo y por un trazo a capricho del mandamás (caso TIPNIS). En otros casos estos caminos pueden convertirse en vías de penetración para otro tipo de depredadores. Me refiero a los mal llamados “interculturales”, quienes armados de la prepotencia y la impunidad que les brinda el poder político, avasallan con todo. La Chiquitania no es la excepción.
No me cabe la menor duda que los mejores aliados del MAS en el departamento de Santa Cruz son: La CAO y la CAINCO, conocidas instituciones de logieros, cuyo único interés es hacer plata. No los une la ideología, ni el anticapitalismo y demás imposturas con las que nos quieren embaucar. Los une el amor al dinero y los negocios. La decisión del gobierno de ampliar la frontera agrícola es una clara muestra de cómo funcionan estas uniones adulteras y contra natura…