Para ti
Escribí estos versos sencillos para ti;
antes eran solo tuyos, ahora ya no.
Quizá nunca los conozcas ni lleguen a tus manos.
Tú me recordarás siempre,
el invierno sin flores
la primavera llena de sol.
En el fondo nunca fuimos dos;
un día de estos, loco de pasión e ira
escribiré contra el gobierno.
Eras tan joven cuando te conocí
y aunque otras me dirán poeta por mis versos
en tu silencio vivirá -siempre- mi soledad.
Noche y calles húmedas
Caminas a mi lado esta noche
sobre la humedad de las calles
indiferente a las luces, autos, semáforos
y rostros que pasan veloces delante nuestro
porque la magia de nuestro amor
transforma la sordidez de la ciudad
en una adorable fiesta donde tú y yo soñamos
que volvemos a casa juntos
para ver desde nuestro lecho
cómo muere en tu pecho la última estrella del amanecer
Me abrazas delicadamente
la noche corre despacio
las incesantes luces de los autos
iluminan la transfiguración de tu rostro
me besan tus labios como si fueran un delicado papel
el amor esta noche es un rito necesario
henos aquí apoyados a la pared de una calle
si pudiéramos abrir este mar de la noche
y cruzar su obscuridad hasta alcanzar
la fuente de la eternidad
ni un instante de duda paralizaría
este deseo único solo para los dos
pero estamos aquí solos
a un costado de la calle entre el murmullo
de una noche que abraza nuestros más dulces sueños
El amor divino ahora presente entre los dos
desciende desde lo alto del cielo
para anidar en nuestros pechos
bailas al ritmo de mis manos
te llevan a través de los pliegues de la noche
me miras y no quieres irte de mi lado
ni de la noche ni la humedad de mis ojos llorosos
sé que darías tu vida
porque este momento fuera infinito
y yo bajaría toda la música del cosmos
y suplicaría la brisa de Dios nada más
para que tu felicidad de estar esta noche
aquí conmigo no termine jamás
Sé que mañana al abrir los ojos
tú no estarás para sorber mi pena
pero prefiero callar
aunque el miedo coagula mi sangre
y celebro que esta noche no pase
tan de prisa y hago hasta lo imposible
para que mis manos se queden en tus manos
no quiero quebrar tu alegría
con aquello que aún no es
pero inevitablemente vendrá
esta noche estamos aquí sentados al borde
de una jardinera al costado de la calle
y por primera vez todas las cosas
guardan la grandeza del misterio
Nuestro viaje al centro de la noche
acaba vacío, solo, frío
cuando igual que un cometa
viajas al otro lado de la ciudad
Matríz
Intenté mirando tus ojos
torcer el tiempo hacia atrás
y volver en busca de mi alma;
en tu boca encontré el sabor del viento
y el calcio de mis huesos;
descendí de tu mano
hasta el vientre tibio de mi madre.
Elena
Te conté que Elena de Troya
fue raptada por París, hijo del rey Príamo,
y así se armó la guerra con los espartanos de Menelao;
me enorgullece llevar ese nombre, dijiste contenta
y yo feliz porque quizá así ibas poco a poco
dejando que entrara mi amor en tu alma
lentamente como un caracol
pero no sabes aún que podría yo
enfrentarme a reyes o dictadores feroces
para cuidarte de cualquier obscura nube
que quisiera opacar tu alegría
o ennegrecer tus ojos tan bellos
y aunque no lograrás amarme en esta vida
nunca encontrarás un camino como el mío
por donde andar sin miedo alguno y libre como el aire
Creo en ti
Creo en ti,
en tu sonrisa fresca
que a esta hora vuela detrás de mi pensamiento;
aunque se desplome el mundo
y por esa calle donde un día te vi,
una tristeza desolada extienda sus alas,
tú y yo, no vamos a perdernos
por más que el silencio sea el ataúd
donde se incineran nuestras voces;
tú, dejas en mi ese sabor inalcanzable,
ese recuerdo escondido en tu fiel palabra;
eres la luz que abrasa el aire
porque es tuya hasta mi sombra
como el cielo y la tierra pertenecen
a los pájaros.
Biografía
Iván Jesús Castro Aruzamen. Nació en Culpina-Sud Cinti (Chuquisaca). Estudio Filosofía y letras, Teología y Misionología en la Universidad Católica Boliviana, sede Cochabamba. Doctorando en Facultad de Teología “San Pablo» de la Universidad Católica Boliviana, Cochabamba. Es autor de libro de poemas, “Secreto inescrutable” (Verbo Divino, 2019). Publicó el estudio “Homero Carvalho. La odisea de las palabras” (Kipus, 2019) y “Cada vida un recuerdo” (Kipus, 2019). De próxima aparición el poemario: “Peregrino del aire» (Verbo Divino, 2020).