Blog Post

News > Etcétera > Poemas de Irma Verolín

Poemas de Irma Verolín

Irma Verolín

Tensa especulación

Los asesinos en serie no surgen de la nada,
necesitan un período de gestación
un lento madurar como de fruta:
la voluntad del tiempo
acompaña los asesinatos futuros
con esa paciencia de las  madres
que buscan el bien de sus hijos
aun a costa del dolor
de las duras pruebas
o las punzantes marcas de la vida.

Los asesinos en serie duermen acurrucados
en posición fetal
sobre blandos colchones vendidos en oferta
en  esos supermercados enormes
con  muchachas que se  pintan 
las uñas de  rabioso color rojo
y bostezan,
para ellas el tiempo es un adversario
demasiado lento,
para los asesinos  no,
el tiempo colabora con ellos
y oficia sus quehaceres a favor de los desenlaces rutilantes
mientras la lentitud acaricia los días por venir
con su navajita afilada,
nadie sabe
quién entra o quién se va de esos lugares
que todos visitamos
alguna vez
con la inocencia que nos da el simple hecho de estar vivos
distraídos de lo que ocurre en los escondites
donde la muerte trama sus urgencias
donde los asesinos en serie
se tienden y duermen
plácidamente
en posición fetal.

Plegaria del regreso

Volvió  desde su muerte
mi madre     
joven
perfecta
como era entonces. Ocurrió ayer.

Yo estaba sentada
con los codos apoyados
sobre mi rústica mesa
la mirada perdida
mientras mi dedos deshacían
miguitas de pan. Laxa la miga
se  ablandó entre mis dedos
hasta que por fin
dejé despanzurrado y pura costra
el básico alimento de Dios. Entonces
apareció ella.

Al verla
amé  más que nunca
ese cuerpo de madre 
generoso
hecho de luz y torbellinos.

Si nos hubiésemos parado frente a un espejo
ella bien  podría haber sido mi hija
o yo misma
treinta años atrás. El amor
entre nosotras
se ha mantenido
intacto
como intacta es su carne
para siempre
desde que tengo recuerdos.

Abastéceme madre 
con tu mirada
dame de comer
de beber
haceme dormir en la suavidad de tus palabras.
Buscame mil veces porque sigo perdida
arrópame
amamantame, madre, con el relato de un cuento
cerrado en un final feliz.

Mi hambre ha crecido demasiado 
y en su desmesura
se ha tragado mi vida entera.

Esta,
la única vida que tengo
la que me diste
el mejor regalo que alguien puede recibir
y ha sido desperdiciada en el tiempo de esperarte.

Aun así  
estoy en el centro de los acontecimientos,  madre,
respiro en la esfera hueca de mi vida
con la dificultad de los recién nacidos
ahora  
que regresaste.

La distancia inventada  
por ese lugar al que te fuiste
fomentó mi hambre
con su maravillosa crueldad.

Te miro y no puedo creerlo
mis ojos mienten
dice la memoria de mis ojos
y  se  repite en un rezo infinito
que se pliega en mis células
para llegar hasta el principio
donde muy juntas
quedamos atrapadas
las dos
en el embrión de tu muerte.
El aire permanece alborotado 
después de tu visita
cuesta respirarlo:
ya no deseo más que adormecerme
en el eco de tu nombre.

                               

Viento

Hay un viento extraño allá afuera
que se hace sentir en las ramas de los plátanos
y en el estremecimiento de las cortinas
blancas
de voile.
Un viento, murmura mi madre.
Mi hermana mayor abre la ventana y se asoma
los rasgos de su cara se inquietan.
Es el viento de la Historia que nos viene a buscar
que quiere rescatarnos de este deletreo de lo cotidiano
del barrer cansador
una y otra vez
sobre el parqué que lustraron ayer
y que lustrarán de nuevo mañana
del dos más dos
de los sonidos primordiales de las letras
de la costura en punto atrás
menudita y apretada sobre el calcetín
que pide a gritos terminar en el tacho de basura
el viento
una voz irreproducible que ha estado desde hace siglos
dentro de nosotras
está allá afuera
hoy
vociferando
vociferando

error

Te gusta lo que ves?, suscribete a nuestras redes para mantenerte siempre informado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Verificado por MonsterInsights