Para el periodista de hoy ya no es una opción sino una obligación aprender a manejarse en el Big Data, y es que en un mundo en el que gobiernos,corporaciones y ciudadanos generan ingentes cantidades de información, no se puede tomar el riesgo de perderse en los laberintos de datos digitales; por ello, el periodismo de hoy debe manejar herramientas para navegar con certeza sobre miles de terabytes.
Entendiendo el Big Data como una cantidad de datos que se caracterizan porque su volumen, velocidad y complejidad dificulta su procesamiento con métodos tradicionales, estos provienen de tecnologías modernas — dispositivos móviles, redes sociales, etc — y se denomina como tal cuando ocupan entre 40 y 50 terabytes, aunque esto es algo que variará con frecuencia en el futuro, debido al rápido crecimiento de los procesadores de las computadoras.
En este sentido, el Big Data demanda el uso de nuevas técnicas de análisis, de las que el periodista poco a poco, irá siendo ejecutor y hasta creador, pero sobre todo demanda una gran capacidad de análisis.
En el ejercicio del periodismo de investigación, es la interpretación de este volumen de información lo que generará nuevos paradigmas, ya que da otros puntos de vista para quienes ejercen esta profesión puedan encontrar porqués, así como poner foco en un determinado tema. Este análisis y transformación de la información es lo que se denomina periodismo de datos y permiten su tratamiento para exponerlo en formatos digeribles; no solo texto, sino gráficos, infografías o tablas.
En los últimos años se han visto casos interesantes del uso del Big Data en el ejercicio del periodismo, porque al final, todos se fundamentan en cifras y datos reales para poder contar historias. Independientemente, de la percepción que se tenga de Wikileaks, la verdad es que esta plataforma introdujo a la Opinión Pública las filtraciones masivas como parte esencial del periodismo de hoy.
Entre los medios formales, fue el medio británico The Guardian, el primero que introdujo reportajes basados en Big Data como una sección fija. A través de la sección Datablog, se conocieron análisis económicos, estudios demográficos y muchas otras publicaciones basadas exclusivamente en datos.
En Latinoamérica, el periódico argentino, La Nación ha hecho lo propio al revelar información basada en datos y de esta forma exponer casos de corrupción, datos de salud, situación ambiental de determinadas zonas, etc.
Con la llegada del Big Data y el análisis pertinente de la información de fondo, el trabajo del periodista se vuelve más valioso por el hecho de ser irrefutable. Pues siempre, las cifras, encuestas, imágenes, documentos, etc respaldaron una sospecha o esa historia original de que ha nacido de la investigación.
Las exigencias anteriores, también demandan nuevos perfiles para el ejercicio del periodismo de investigación, no solo enfocados a los periodistas, sino en un equipo multidisciplinarios que debe acompañar la labor profesional.
Así, una sociedad interconectada han otorgado a las plataformas digitales la función que otrora tenían los callejones y pasillos: la de conseguir el intercambiar informaciones que los factores de poder no quisieran que llegarán a los ciudadanos.
El periodista debe aprender a manejar la investigación de datos tan bien como la propia redacción. Porque ello, el aprovechamiento del Big Data puede ser la diferencia entre un trabajo que pase sin pena ni gloria, o uno que amerite un Pulitzer.