Blog Post

News > Opinión > ¿Otra de Evo Morales?

¿Otra de Evo Morales?

En su edición del 23 de abril, el periódico Granma, vocero oficial del PC Cubano, registra una declaración de Evo Morales formulada en La Habana, quien, después de rememorar que “de niño presenció debates de aymaras en el altiplano boliviano”, orondo afirmó que “la democracia cubana se asemeja a la democracia comunal”, de la nación aymara se entiende.

Esta curiosa aseveración fue formulada en ocasión de la oficiosa visita del Presidente boliviano al nuevo mandatario caribeño. Cabe preguntarse, por tanto, ¿en qué podrán parecerse estos sistemas “democráticos”, uno enclavado en lo más alto de la adusta Cordillera de Los Andes y el otro, insular, mecido por las tropicales aguas del Mar Caribe?

La democracia comunitaria aymara opera en función de dos instituciones milenarias: el thaki y el muyu. La primera concibe el servicio público como una obligación del individuo con la comunidad, cuyo cumplimiento responde a un orden de funciones jerarquizadas, comenzando del escalón menor, en el que se inician los jóvenes, y terminando en los cargos superiores de mayor responsabilidad, ejercidos por las personas más experimentadas. El thaki es la ruta del servicio público. El muyu, por su parte, determina la rotación y alternancia entre markas, ayllus, comunidades y personas en el cumplimiento del servicio público. El período del mandato es, como regla general, de un año, además de que los cargos no son remunerados. Cada autoridad cubre los costos de sus funciones con sus propios recursos.

Veamos ahora cómo opera la “democracia” cubana, circunscribiéndonos a la designación del Presidente del Consejo de Estado, a quien Morales, pudiendo llamarlo por teléfono, como se estila en estos casos, visitó antes siquiera de que iniciara sus funciones. Por mandato de la Ley Electoral de 1992, art. 73, la Comisión de Candidaturas Nacional “prepara y presenta, conforme a la Ley, para su consideración en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el proyecto de candidatura para elegir al Presidente, a los vicepresidentes, el secretario y demás miembros del Consejo de Estado”, propuesta que, considerando que el Partido Comunista de Cuba controla rígidamente todo el sistema político de la isla, será simplemente aprobada por la Asamblea.

Por si alguien dudara, esa Comisión de Candidaturas está integrada por representantes de la Central de Trabajadores de Cuba, de los Comités de Defensa de la Revolución, Federación de Mujeres de Cuba, Federación de Estudiantes Universitarios y otros de la misma orientación, organizaciones todas copadas y dirigidas por el PC.

Esa misma Comisión de Candidaturas Nacional, además, prepara la propuesta de precandidatos a diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, nomina que es enviada a la Comisión de Candidaturas Municipal para su ejecución. Igual tarea cumple con el proyecto de candidaturas a la Presidencia, Vicepresidencias y Secretaría de la propia Asamblea Nacional.

Lógicamente estos procedimientos de la “democracia” cubana responden a la estructura vertical y autoritaria del Partido Comunista cubano, el que, conforme fue avanzando su largo y penoso proceso de burocratización, asimismo fue vaciando de contenidos democráticos a la institucionalidad electoral de la patria de Martí.

De manera que sólo caben aquí formularle algunas preguntas al ciudadano Evo Morales: ¿en qué se parecen las prácticas electorales cubanas a la democracia comunitaria aymara, como usted se atrevió a afirmar en La Habana? ¿Qué componentes de los verticales y rígidos procedimientos cubanos resultan familiares con las prácticas comunitarias del thaki y el muyu andinos?

Ciudadano Evo Morales, usted ha hablado en Cuba en nombre de todas y todos los bolivianos, y además se ha permitido involucrar en la comparación a la democracia comunitaria aymara, de manera que el pueblo boliviano espera una explicación clara de sus desaprensivas declaraciones en La Habana. Algo semejante, seguramente, esperan también las comunidades aymaras.

Para terminar y de cara a la realidad electoral cubana, el silencio de Evo Morales respecto a las interrogantes aquí formuladas, implicaría que sus aseveraciones, en realidad, dejaron traslucir, en un auténtico lapsus línguae, el íntimo deseo evista de trasplantar a Bolivia el sistema cubano.


Carlos Böhrt I.  es Ph. D. en Derecho Constitucional y Derecho Penal.
error

Te gusta lo que ves?, suscribete a nuestras redes para mantenerte siempre informado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Verificado por MonsterInsights