La rosa
Bella flor alejandrina y peregrina,
que al aura blanca remece,
y en tu cáliz aparece
una gota cristalina.
Es tu aroma delicado y perfumado,
el suave ambiente que exhalas,
pura ostentando tus galas,
descollando en verde prado.
Su ambrosía en el calor el picaflor
y la mariposa beben;
sus áurea alas embeben
de tu arbusto alrededor.
Sonrosado tu capullo, al dulce arrullo
del agua se abre y florece;
él tus hojas reverdece
y te aduerme su murmullo.
La madreselva aromada vive enlazada
hacia tu tallo, se aprieta.
También modesta violeta
tu pie besa enamorada.
Tímido el junco te nombra; su fresco sombra
te da el pino majestuoso,
y el musgo fino y vistoso
te sirve de rica alfombra.
Qué feliz, sin pena, vives; grata recibes
la brisa de la mañana;
siempre gentil y lozana
nunca el dolor apercibes.
Jamás de invierno inhumano el soplo vano
te marchite ni deshoje,
ni tu belleza despoje,
¡oh, rosal!, con dura mano.
Primavera
Cubierta con el velo de la aurora
y entre nubes de nácar esplendente;
coronada de rosas su alba frente
ya desciende la reina de la flora.
Viste los campos y la flor colora;
púdico aliento, perfumado ambiente
juega en el prado, y doquier se siente
su majestad risueña, encantadora.
El tiempo su carrera no detiene;
no trinan ya en la selva ruiseñores,
que en pos de fresca primavera viene.
Calor que agosta las lozanas flores:
así la dicha al hombre placentera
la abandona cual flor de primavera.
Biografía
Francisca Natalia Palacios Gutiérrez (n. La Paz, Bolivia; 2 de diciembre de 1837 – f. 1918) fue una escritora, poetisa, política, literata, maestra y educadora boliviana de vocación, se caracterizó por su pensamiento adelantado para su época. Educadora y poeta. Entre 1869 y 1873 radicó en Chile. Se dedicó a la docencia, dictando clases en escuelas, hasta llegar a ser Inspectora de Primaria. Fundadora de la ‘Sociedad de Beneficencia de Señoras’.