Amor
Rodolfo Lobo Molas – Argentina
A mi esposa Gladys Heredia
Ella abrió su cuerpo para que él anidara el suyo.
El Paraíso
Gabriel Ramos – México
Después del accidente le quitaron una costilla; Adán, por fin se sentía completo.
Tardes de recuerdos
Chris Morales – México
El agua para el café terminaba por consumirse al ponerlo sobre la estufa cada que se enfriaba. Aun con tanta evaporación, la señora no lograba esfumar el deseo de charlar con el hijo que no pudo tener y no llegaría a tocar su puerta jamás.
En el espejo
Juan Martínez Reyes – Perú
Tu ausencia le desgajó el pecho durante algunos días. Luego te olvidó, porque consiguió otra amante. Gritaste y sollozaste en vano. Nada pudo evitar que ella ocupara tu lugar. Desde que desapareciste todo ha cambiado. A veces, la otra siente tu presencia, como si supiera que alguien la observara cada día. Un susurro en lontananza quiebra la noche y él se despierta. Ignora que tú todavía existes y que estás aquí, atrapada en este espejo.
Liberación
Nélida Cañas – Argentina
La sombra se fijó como un punto en la pared. Y se fue abriendo como una constelación de pétalos exóticos. Móviles. Inquietantes. Ella había cerrado la puerta y taponado sus oídos. No quería escuchar. Su corazón en vilo se calmaba contemplando las extrañas mutaciones. La pared se fue cubriendo hasta la desmesura. Ella se acercó a sus bordes y sintió como las flores tomaban carnadura. Abrió los brazos y se deslizó entre sus fauces.
A las flores de Georgia O´Keeffe