Ojos
Rodolfo Lobo Molas – Argentina
Tanta dulzura había en sus ojos que se los comió de postre.
Amor caníbal
Carlos Gutiérrez Andrade – Bolivia
A las víctimas de Jeffrey Dahmer
Sólo quiero comerme tu corazón.
La muerte de Drácula
Rubén García García – México
Mentira que Drácula murió con una daga de plata en medio del pecho, tampoco porque el sol le haya sorprendido, se sabe por fuentes privadas que se infartó cuando le informaron que el primogénito había donado sangre.
Receta
Juan Martínez Reyes – Perú
Ni fiestas, ni autos, ni viajes, ni medicamentos, lo que necesita usted, señor, para encontrarle el gusto a la vida, es casarse y tener un hijo.
Alberto Hernández – Venezuela
-Alguien que se dedica a escribir maldades, debe ser un degenerado.
-Sí, lo que no sabes es que acabas de ser inventado y ya no tendrás tiempo de seguir criticando.– ¿Por qué?
-Porque estarás muerto. En pocos segundos te borraré de este cuento.