Blog Post

News > Jorge Lizarraga > Mi confianza a Lucho presidente

Mi confianza a Lucho presidente

Jorge Lizarraga T

A propósito del modelo económico social comunitario productivo – MESCP, y el impacto para la sociedad en términos económicos, sociales, jurídicos, etc., es importante destacar que todo proceso lleva tiempo, organización, planificación y ejecución, no sin antes tener previstos mecanismos de seguimiento, evaluación y control, referido a la cosa pública y/o políticas públicas propuestas y en ejecución, control sobre el uso y destino de recursos y siempre y ante todo precautelar los bienes e intereses del Estado.

Para nadie es desconocido lo que sucedió en 1982 y posteriormente en 1985, “inicio del modelo neoliberal” que condujo irremediablemente a la aprobación del D.S. 21060 y la nueva política económica, y cómo a partir de esta norma el país comenzó a ser otra, ser diferente a tal punto que, si bien mejoraron las cosas, por otro lado, todo lo que se critica hoy fue acometido por los otros a finales de los 80s y 90s principalmente, y aunque unos propongan retornar a viejas prácticas o políticas, lastimosamente para su incordio deben antes de proponer cumplir con la CPE.

La experiencia nos dice que la política neoliberal aplicada a partir del 21060 si bien condujo a cierta estabilización social y económica del País, también por otro lado condujo al desmantelamiento y achicamiento del Estado y quizá porque jamás existió una verdadera labor de Estado o una planificación pensada en erradicar paulatinamente la pobreza, generar riqueza a partir de la atracción de inversiones y ni que decir penalizar la corrupción y el auge del narcotráfico que comenzaron a vivir sus buenos momentos justamente en esos años mozos, caso contrario jamás el pueblo habría tomado ciertas determinaciones posteriores.

Estas asignaturas que permitieron la generación de nuevo ricos o hacer más ricos a los que había, eran caras conocidas y para muchos los mismos de siempre, totalmente alejados de las organizaciones sociales de base, y de los intereses del pueblo en general y los indios-campesinos seguían en el campo y cada vez más alejados de las ciudades y del poder del Estado.

A partir del 2006, luego de la huida del ex mandatario Goni y sus secuaces, (paradójicamente algo similar pasó con el “jefazo” años más tarde, aunque a diferencia de aquel, al último se le permitió retornar al país, gozar de plena protección jurídica y otros y aun así quiere lo que no tendrá nunca más, el poder del Estado?) el país cambio, bajo tres aspectos importantes: (medidas benignas y positivas) darles espacio y oportunidad a las organizaciones sociales, inicio del proceso de industrialización y por tal sustitución de importaciones y finalmente aplicar medidas de shock parecidas al 21060 pero a la inversa (medidas malignas), es decir nacionalizaciones, barreras de importación, exportación condicionada, acaparamiento de los Órganos de poder del Estado  y el inicio de un retroceso principalmente en la administración de justicia, la falta de compromiso social de los representantes indígenas/originarios en el legislativo y el nombramiento de personajes sin capacidad, experiencia o conocimiento en el ejecutivo que condujo poco a poco a identificar el lado oscuro del poder.

A pesar de lo anterior, una vez puesta en marcha el Plan Nacional de Desarrollo para el año 2006 en adelante, comenzó a resurgir como posible un nuevo modelo económico en el país, trabajado por y para los bolivianos y bolivianas y no fue sino hasta la aprobación de la NCPE que todo comenzó a tomar forma.

Durante los primeros años de bonanza económica y precios elevados de materias primas, comenzamos con el pie derecho, pero siendo del lado izquierdo, aun así, no todo fue color rosa, hubo como a la fecha existen malos servidores públicos que, en vez de demostrar cariño, amor a la patria prefirieron beneficiarse de las falencias del Estado y en vez de ser aporte por el contrario fueron una lacra (catler uniservice, fondo indígena, entre otros).

El desequilibrio se inició una vez se comenzó a identificar que existía un solo Órgano de poder en el Estado y no los 4 que se suponía existían y se definía en la NCPE; Ese acaparamiento del poder incluso condujo a que a pesar del resultado de referéndum popular el 2016, el Tribunal Constitucional (evista) haya determinado que el derecho a la reelección es un derecho Humano, y por tal el ex Jefe de Estado pueda repostular cuantas veces desee hacerlo y esto sumado a los hechos de corrupción, malversación, narcotráfico, pedofilia, etc, hizo de que el pueblo deje de creer en el modelo cuando en realidad debiera dejar de creer en la persona.

No fue sino a partir de la elección del actual mandatario, que a pesar de los resultados de gestión de Añez (Covid19 de por medio, rusia-ucrania, etc) y definitivamente en conocimiento puntual de la gestión Evo Morales y sus secuaces, es que el presidente Arce, siempre caracterizado por ser un  ciudadano más, que ama a su pueblo y su gente, y además constructor del modelo y conocedor del impacto en el tiempo para los bolivianos que se obtendrá, y aunque se lo tache de traidor o cobarde en realidad fue leal y consecuente y quizá ello le haya permitido ganarse la antipatía de propios o extraños, se considera entre todos el mejor posicionado para continuar con la gestión de gobierno, o no?.   

Lamentablemente, los resultados económicos a la fecha no son del todo favorables y lo sabemos, incluso las calificadoras que en el pasado destacaron la gestión económica del país hoy no lo hacen, y no porque realmente estemos mal, que el caso es que estamos saliendo del hoyo, pero a paso firme, no obstante, es un síntoma general de los países, por lo que corresponderá darle un voto de confianza para los próximos años.

Se avecinan momentos conflictivos entre los bolivianos, marchas, protestas, paros, huelgas y un sinfín de petitorios encaminados a desacreditar a este gobierno que dentro de los que pudieran gobernar el próximo 2025-2030, estoy absolutamente seguro que es la mejor opción para Bolivia, y que permitirá unir al país sin duda alguna, “quizá con un poco más de apertura con los otros se requiere pero se obtendrá”, no obstante creer que Evo volverá, Camacho reinará o Mesa gobernará, es condenar al país al retroceso, a la venganza a ultranza, al infortunio, a la desestabilización y sobre todo a la incertidumbre, por ello mi confianza a Lucho Presidente a pesar de todo.


Jorge Lizarraga T. es Abogado PhD

error

Te gusta lo que ves?, suscribete a nuestras redes para mantenerte siempre informado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Verificado por MonsterInsights